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Los 10 mejores restaurantes para dar el grito en Morelos

Cuando llega septiembre, Morelos se viste de colores patrios y el ambiente se llena de mariachi, antojitos y brindis que saben a México. Entre calles adornadas con banderitas y plazas iluminadas, el Estado de la eterna primavera se convierte en uno de los destinos más festivos para celebrar la Independencia. Pero si hay algo que no puede faltar para dar el grito con toda la energía, es la buena comida: esos platillos que nos recuerdan quiénes somos, que despiertan memorias de la cocina mexicana y que nos invitan a compartir entre familia y amigos. Y Morelos, con su mezcla de tradición y modernidad, ofrece restaurantes que saben cómo hacer de estas fiestas un momento inolvidable.

Mejores restaurantes para dar el grito Morelos

Desde Cuernavaca hasta Tepoztlán, encontrarás rincones gastronómicos que combinan lo mejor de la cocina tradicional con propuestas creativas que sorprenden al paladar. Ya sea que busques un pozole de esos que reconfortan el alma, una cecina que huele a campo o cócteles con un toque mexicano para brindar al ritmo del “¡Viva México!”, aquí descubrirás opciones que harán de tu noche del 15 de septiembre algo especial. Prepara tu voz, porque después de conocer estos lugares, el grito sonará más fuerte que nunca.

1. Restaurante Dosaires

5/5

Primero, imagina este escenario: llega la noche del Grito, luces tricolores revolotean entre guirnaldas, bandas suenan en cada esquina… y tú entras a un refugio acogedor donde el aroma del café de especialidad te envuelve como si te susurrara: “Aquí empieza la fiesta.” Eso es Dosaires, un café-comedor escondido en Ricardo Flores Magón, en la Plaza Forum. El ambiente —entre plantas, música chispeante y baristas que parecen alquimistas de la taza perfecta— te abraza sin alboroto. Es ideal para el desayuno, sobre todo si buscas algo que te cargue de buen ánimo antes del gran “¡Viva!” sin sentirte embotado.

Luego, el espacio se presta para reunirse con familias, esas que llegan con risas y antojos a cuestas; o con amigos, cómplices de brindis improvisados y discursos al filo de la madrugada. El precio, ajustado y sin pose, suele rondar entre $150–$250 pesos mexicanos por persona. Perfecto para no sacrificar sabor ni bolsillo al celebrar patria. Y por si fuera poco, es completamente pet-friendly, así que nadie se queda fuera de la ronda, ni siquiera el peludito que trae su patriótico pañuelo.

Durante el día del 15, Dosaires se transforma en un oasis festivo: desde sus “Huevos Samba” hasta los chilaquiles con todo el corazón mexicano, pasas del “¿qué desayuno?” al “¿qué brindis?” con total fluidez. Una tacita de Dirty Chai o un Iced Latte sirve de puente entre la mañana perezosa y los primeros ensayos del grito. En este sitio, cada rincón parece hecho para capturar instantes quiebran la rutina y exaltan lo auténtico.

Al caer la tarde, el café se vuelve murmuro de complicidad. Mientras el cielo se tiñe de rojo, verde y blanco, escuchas ese primer acorde del mariachi y piensas: “Listo, ya estamos.” Dosaires no solo es un restaurante; es una invitación a encender el orgullo mexicano con sabor, sin alharacas, pero con ese toque entrañable que exige una buena celebración. Allí, el grito no solo se da… se saborea.

2. Tantra Esperando al Sol

5/5

En el corazón de Tepoztlán, a solo unos pasos del centro, se encuentra Tantra Esperando al Sol, un restaurante que desde 2005 ha sabido capturar la esencia mágica de este pueblo y transformarla en una experiencia gastronómica única. Su nombre ya despierta curiosidad: evoca calma, conexión y disfrute, justo lo que se necesita antes de gritar “¡Viva México!” con toda la energía. El lugar combina lo rústico con lo bohemio, con paredes llenas de vida, detalles artísticos y una terraza encantadora que se abre al aire fresco de las montañas. Entrar aquí es dejarse envolver por un ambiente que invita a relajarse, a dejar atrás la rutina y a celebrar con el corazón abierto.

El restaurante es ideal para una cena, cuando la noche cae y las luces cálidas empiezan a crear un escenario perfecto para compartir. Aquí puedes reunirte con amigos, siempre listos para brindar y alargar la plática; o con familias que buscan un espacio tranquilo, con comida abundante y ambiente alegre. Cada mesa parece diseñada para que el tiempo fluya distinto: entre velas, risas y el murmullo de la música en vivo, el lugar se convierte en un refugio perfecto para preparar el grito de independencia con un toque místico muy propio de Tepoztlán.

El rango de precio oscila entre $300 y $500 pesos mexicanos por persona, lo que lo convierte en una opción accesible para quienes buscan algo más que solo comer: aquí se paga por la experiencia completa. El servicio es cercano, atento y relajado, como si estuvieras en casa de un amigo que sabe consentir con cada platillo. Además, el restaurante es completamente pet-friendly, así que no tendrás que dejar fuera a tu lomito tricolor, que puede acompañarte en la terraza mientras todos disfrutan del ambiente festivo.

En la noche del 15 de septiembre, Tantra Esperando al Sol se transforma en un escenario ideal para vivir la mexicanidad en su máxima expresión. La música se intensifica, los sabores se vuelven cómplices de la celebración y las conversaciones se alargan tanto como la luna lo permita. Aquí, el grito no solo se da: se comparte, se canta y se siente con el alma. Celebrar en este rincón tepozteco es entrar en sintonía con una tradición que nunca pasa de moda, pero que cada año se reinventa para hacernos recordar lo afortunados que somos de gritar juntos: ¡Viva México!

3. Restaurante La Cueva Tepoztlán

5/5

Piensa en una cueva acogedora, iluminada con luces sutiles y el murmullo de risas que se escapan entre risas y charlas. Eso es La Cueva Tepoztlán, enclavado en Revolución de 1910, San José. Al llegar, el espacio te envuelve como un abrazo cálido: terraza elegante, ambiente íntimo y ese hálito de música amable que hace vibrar cualquier celebración. Ideal para quienes buscan un rincón donde el grito se sienta cercano, sin estridencias, pero con el corazón encendido.

Es perfecto para una comida en tono festivo: suave, relajada, con el aroma del guiso que parece susurrar “ya casi es hora de cantar”. Aquí se reúnen familias que quieren compartir un momento de cercanía y parejas que desean celebrar con un toque discreto pero poderoso. La ambientación no está puesta al grito desbordado, sino al silencio cómplice que anuncia el brope patriótico por venir. Cada detalle —desde la música hasta el mobiliario— parece dispuesto para ese instante en que, entre sorbo y bocado, el ánimo se prepara.

La experiencia vale cada peso, con un rango que va de $95 a $175 por persona, lo que lo hace una opción accesible y elegante a la vez. El servicio es atento, tan cálido como un brindis compartido al filo de las campanadas. Otro plus fervoroso: es pet-friendly, así que ese lomito tricolor puede acompañar la fiesta desde la terraza sin quedarse fuera de la ronda. La Cueva no grita su mexicanidad; la ofrece en cada platillo, en cada gesto.

Cuando llega la noche del 15, La Cueva cobra vida de manera sutil pero intensa. Se oye la música en vivo, los brindis se hacen eco de un corazón patriótico y, aunque el grito esté a unos pasos, el alma ya lo ha hecho antes. Es una celebración que sana, que calma y que reaviva lo nuestro con delicadeza, como un canto que nace desde adentro. Si quieres celebrar desde el susurro de la tradición, aquí el grito se saborea antes de pronunciarse.

4. Mariscos El Langostino Cuernavaca

5/5

En plena ciudad de la eterna primavera se encuentra Mariscos El Langostino, un lugar que rompe con la idea de que solo los antojitos tradicionales hacen patria. Aquí la independencia sabe a mar: a ostiones frescos, a camarones rebosantes y a cocteles que en cada sorbo parecen gritar “¡Viva México!” desde la costa hasta el centro del país. El local tiene un ambiente relajado, alegre, con toques tropicales que invitan a dejarse llevar por el sabor del Pacífico sin salir de Cuernavaca.

Este restaurante es ideal para una comida, sobre todo si se busca algo fresco antes de la fiesta nocturna. Con mesas amplias y un ambiente familiar, es perfecto para acudir con familias que quieren probar un festín de mariscos, o con amigos que planean extender la sobremesa entre cervezas frías y platillos que parecen no tener fin. Aquí todo se comparte: las charolas de mariscos, las carcajadas y ese ánimo que va en crescendo hasta que llega la hora del grito.

El rango de precio oscila entre $200 y $350 pesos mexicanos por persona, lo que lo convierte en una opción accesible considerando la calidad y frescura de sus productos. Además, el restaurante no admite mascotas, así que esta vez el lomito patriota tendrá que esperar en casa. Sin embargo, la atención es tan cercana y la abundancia de cada platillo tan generosa, que cualquiera se siente en casa apenas cruza la puerta.

El 15 de septiembre, Mariscos El Langostino se transforma en una fiesta marinera con sabor nacional. Imagínate gritar “¡Viva México!” con un ceviche en mano o brindar con una michelada cargada de frescura: una manera distinta de vivir la celebración, donde las olas se sienten aunque estés en tierra firme. Aquí la independencia se canta con mariscos y se celebra con risas que, al igual que el grito, resuenan mucho más allá de la mesa.

5. Restaurante Casa Gabilondo Cuernavaca

5/5

En el corazón de Cuernavaca se esconde un espacio donde la tradición mexicana se vive con cada detalle: Casa Gabilondo. Este restaurante es un homenaje a las raíces gastronómicas de nuestro país, con una propuesta que mezcla recetas de antaño con un ambiente elegante y acogedor. Basta entrar para sentir la calidez de un lugar hecho para celebrar, con decoración que rinde tributo a lo mexicano y un servicio que acompaña cada momento como si se tratara de una fiesta en familia. Aquí, el 15 de septiembre se convierte en un verdadero banquete patrio.

Es ideal para una cena, cuando las luces del restaurante comienzan a crear un escenario íntimo y festivo a la vez. El lugar está diseñado para disfrutarlo con parejas que buscan una velada especial con toques románticos, pero también con familias que desean reunirse en un ambiente sofisticado sin perder la esencia de la tradición. Cada mesa se siente como un rincón para compartir historias, brindar y esperar juntos la hora del grito.

El rango de precio en Casa Gabilondo va de $250 a $400 pesos mexicanos por persona, un equilibrio justo entre calidad y experiencia. El restaurante no admite mascotas, pero compensa con un servicio impecable y un menú que celebra lo mejor de México: desde moles con carácter hasta cortes preparados con ese toque casero que recuerda las recetas de la abuela. Aquí cada bocado tiene algo de nostalgia y algo de orgullo nacional.

La noche del 15, Casa Gabilondo se llena de un aire solemne y festivo al mismo tiempo. Es el lugar donde los brindis se hacen con vino o tequila, los platillos se sirven como ofrendas a la tradición y la música mexicana resuena para preparar el momento cumbre. Celebrar aquí es darle un aplauso a nuestra cultura y saborear la independencia en su forma más elegante. Sin duda, una opción para quienes quieren gritar “¡Viva México!” en un entorno que exalta lo nuestro con orgullo y estilo.

6. Restaurante La Joyita Cuernavaca

5/5

Nombrado con toda justicia, La Joyita es uno de esos lugares entrañables de Cuernavaca donde la tradición mexicana se sirve sin disfraces. Es un restaurante que lleva años siendo punto de encuentro para locales y visitantes, con un ambiente familiar, cálido y lleno de aromas que despiertan antojos apenas cruzas la puerta. Su propuesta es sencilla y auténtica: comida mexicana hecha con sazón casero, esa que sabe a fiesta, a domingo en familia y, por supuesto, a la celebración del 15 de septiembre.

Este espacio es ideal para una comida, en la que cada mesa se convierte en escenario de risas, anécdotas y preparativos para el grito. Está pensado para familias que buscan compartir un momento festivo en un entorno cercano y sin complicaciones, pero también es perfecto para ir con amigos y dejarse llevar por la abundancia de los platillos. Entre cazuelas humeantes, tortillas recién hechas y pozoles que reconfortan el alma, aquí se enciende la chispa de la mexicanidad.

El rango de precio ronda entre $150 y $250 pesos mexicanos por persona, lo que lo convierte en una opción accesible y generosa. El restaurante no admite mascotas, pero cada rincón compensa con ese ambiente de hogar que te hace sentir parte de una fiesta familiar más que de una salida común. No se trata de lujo ni de pretensión, sino de sabor honesto y servicio cálido que se disfruta desde el primer momento.

La noche del 15 de septiembre, La Joyita se llena de vida. Los platillos tradicionales se vuelven protagonistas de la mesa: el pozole rojo, las tostadas, las enchiladas y hasta los postres mexicanos que endulzan el festejo. Con cada bocado se aviva el espíritu patrio y el grito se siente inevitable, natural, como parte del ambiente. Celebrar aquí es hacerlo a la mexicana más auténtica: entre familia, buena comida y un orgullo que se desborda en cada platillo.

7. Restaurante Casa de Campo Cuernavaca

5/5

En medio de la frescura y el encanto de Cuernavaca se levanta Casa de Campo, un restaurante que honra su nombre al ofrecer un espacio amplio, elegante y natural, donde la vegetación es parte del ambiente y la mesa se convierte en el corazón de la experiencia. Aquí, el 15 de septiembre se vive con la grandeza de un festejo al aire libre, rodeado de detalles que evocan tradición y hospitalidad. Es el lugar donde la gastronomía mexicana brilla con un aire sofisticado, sin perder el calor humano que caracteriza a la tierra morelense.

Este espacio es ideal para una cena, cuando el jardín y las terrazas se iluminan y la atmósfera se viste de fiesta. Es perfecto para disfrutar en parejas, que encuentran aquí un rincón romántico para celebrar con estilo; pero también resulta maravilloso para familias, que gozan de la amplitud y comodidad que ofrece. Casa de Campo combina lo mejor de dos mundos: la frescura de un entorno natural y la elegancia de un restaurante que sabe cuidar cada detalle.

El rango de precio va de $400 a $600 pesos mexicanos por persona, reflejando la calidad de su cocina y su servicio impecable. El restaurante no admite mascotas, pero compensa con una propuesta gastronómica que viaja desde los sabores más tradicionales hasta interpretaciones modernas de la cocina mexicana. Cada platillo está pensado para sorprender y a la vez reconfortar, perfecto para que la noche del 15 se convierta en una experiencia memorable.

En Casa de Campo, la independencia se celebra con estilo. Imagina un brindis con tequila en un jardín iluminado, acompañado de un mole con carácter o un corte de carne jugoso que llega a la mesa como toda una ofrenda. Aquí, el grito se da con elegancia, pero sin perder la esencia de lo mexicano: música, sonrisas, aromas intensos y esa energía que hace de septiembre un mes único. Sin duda, un escenario donde la patria se celebra con grandeza.

8. La Diabla Cervecería Cuernavaca

5/5

Si lo que buscas es un ambiente desinhibido, con música, cervezas artesanales y un espíritu festivo que prende desde la primera ronda, La Diabla Cervecería es el lugar perfecto para celebrar el 15 de septiembre en Cuernavaca. Este espacio rompe con la formalidad y apuesta por la buena vibra, el sabor de la cerveza local y un menú que acompaña cada brindis con opciones llenas de sabor. Aquí, dar el grito se vive como una fiesta auténtica, al ritmo de carcajadas, música y vasos que chocan una y otra vez.

Es ideal para una cena que se prolonga en convivencia, cuando el ánimo ya está en lo más alto y lo único que falta es alzar la voz con un “¡Viva México!” bien sonoro. El lugar está hecho para disfrutar con amigos, esos cómplices que saben que el grito no termina con el conteo, sino que apenas empieza la fiesta. Entre las mesas largas, la barra siempre activa y el aire festivo, La Diabla se convierte en un punto de encuentro obligado en estas fechas.

El rango de precio va de $200 a $350 pesos mexicanos por persona, lo que lo hace accesible para una noche de celebración sin limitaciones. Además, la cervecería sí admite mascotas, así que hasta el lomito patriota puede ser parte de la celebración, sentado a tu lado mientras todos comparten el espíritu festivo. Entre jarras heladas, cocteles con chispa y botanas que saben mejor con cada brindis, el lugar se vuelve un templo de la amistad y el buen humor.

Durante la noche del 15, La Diabla se transforma en un hervidero de energía. La música retumba, las conversaciones se multiplican y cada quien encuentra su manera de celebrar: algunos bailan, otros cantan y muchos simplemente disfrutan la vibra contagiosa. Aquí, el grito se da con cerveza en mano, rodeado de amigos y de un ambiente que no entiende de formalidades. Es la opción perfecta para quienes quieren que la independencia se viva como debe ser: con fiesta, sabor y toda la intensidad que Cuernavaca sabe ofrecer.

9. Restaurante Casa Loretto Cuernavaca

5/5

Elegancia y tradición se encuentran en Casa Loretto, un restaurante que ha conquistado a Cuernavaca por su ambiente sofisticado y su propuesta gastronómica de alto nivel. El lugar combina un estilo contemporáneo con un toque clásico que lo hace perfecto para celebrar en grande una fecha tan significativa como el 15 de septiembre. Desde que llegas, se percibe la atención al detalle: decoración refinada, servicio cálido y un espacio que invita a vivir una experiencia diferente, donde la cocina mexicana brilla con personalidad.

Este restaurante es ideal para una cena, cuando las luces crean una atmósfera íntima y festiva, perfecta para levantar la copa antes del grito. Es un sitio que se disfruta con parejas, que buscan una velada romántica con un aire especial, pero también con familias que desean celebrar en un ambiente más elegante. Cada mesa se convierte en escenario de conversación, brindis y momentos memorables, justo lo que pide una noche tan significativa.

El rango de precio se ubica entre $450 y $650 pesos mexicanos por persona, reflejo de su calidad y propuesta de alta cocina. El restaurante no admite mascotas, lo que asegura un ambiente tranquilo y enfocado en la experiencia culinaria. Su menú ofrece una mezcla entre platillos mexicanos tradicionales y creaciones contemporáneas que sorprenden al paladar, ideales para darle un giro festivo y especial a la celebración de independencia.

La noche del 15 de septiembre en Casa Loretto es una experiencia que se vive con estilo. Imagina un brindis con vino o tequila, acompañado de un platillo que mezcla lo clásico y lo moderno, mientras la música mexicana adorna el ambiente. Aquí, el grito se da con elegancia, en un espacio donde la tradición no se olvida, pero se reinventa para celebrar lo mejor de nuestra cultura. Un sitio perfecto para quienes quieren vivir la independencia con distinción y orgullo.

10. Lorenza Terraza Cuernavaca

5/5

En la vibrante ciudad de la eterna primavera se alza Lorenza Terraza, un espacio que combina modernidad, frescura y un ambiente cosmopolita que se presta perfecto para una celebración tan mexicana como el 15 de septiembre. Su propuesta se distingue por un estilo relajado pero sofisticado: terrazas abiertas, decoración contemporánea y un ambiente que mezcla lo chic con lo festivo. Desde que llegas, se percibe esa vibra que invita a compartir, brindar y dejar que la noche se alargue al ritmo de la música y la conversación.

Este restaurante es ideal para una cena, cuando el cielo morelense se pinta de colores y la terraza se ilumina con un aire vibrante. Es un espacio perfecto para disfrutar con amigos, que buscan un lugar alegre y animado para dar el grito, pero también con parejas que quieren una noche especial sin perder la frescura del ambiente. Aquí cada rincón parece diseñado para vivir momentos memorables y dejarse llevar por la celebración.

El rango de precio se encuentra entre $350 y $500 pesos mexicanos por persona, acorde a la calidad de su propuesta gastronómica y su ambiente moderno. Lorenza Terraza sí admite mascotas, lo que lo convierte en un lugar inclusivo donde hasta tu lomito con pañuelo tricolor puede ser parte de la fiesta. Su menú combina platillos mexicanos con un toque contemporáneo, ideales para brindar por la patria con algo distinto y lleno de sabor.

La noche del 15 de septiembre en Lorenza Terraza es una experiencia que mezcla lo tradicional con lo actual. Entre luces, música, cocteles bien preparados y platillos que sorprenden, el grito se siente fuerte y vibrante, como la ciudad misma. Aquí se celebra a México con estilo fresco, alegre y lleno de energía, perfecto para quienes buscan cerrar la noche en un lugar donde la independencia se vive con modernidad y orgullo.

Donde el sabor también grita ¡Viva México!

Morelos es un mosaico de sabores, tradiciones y rincones que saben cómo hacer del 15 de septiembre una fecha inolvidable. Desde terrazas modernas hasta restaurantes que honran lo más auténtico de la cocina mexicana, este estado ofrece experiencias que se disfrutan tanto en familia como entre amigos o en pareja. Cada uno de estos lugares tiene un sello especial que lo convierte en escenario perfecto para dar el grito con orgullo y disfrutar de la gastronomía que nos une como mexicanos.

Pero la magia de Morelos no termina en estos diez restaurantes. Las calles, los pueblos y los rincones escondidos del estado guardan secretos que merecen descubrirse y celebrarse. Si quieres seguir explorando dónde comer, brindar y vivir momentos únicos, aquí encontrarás más recomendaciones que te llevarán a conocer lo mejor de la escena gastronómica. El grito se da una vez al año, pero el sabor de México se celebra todos los días.

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