Los 10 mejores restaurantes italianos en Bogotá
¿Quién puede resistirse a un buen plato de pasta, una pizza al horno de leña o un risotto cremoso con ese toque de parmesano recién rallado? Si estás en busca de una experiencia culinaria que te transporte directamente a las calles de Roma, Nápoles o Florencia, estás en el lugar correcto. Bogotá se ha convertido en un verdadero paraíso gastronómico, y los restaurantes italianos no se quedan atrás. Desde rincones acogedores que evocan la tradición familiar italiana, hasta espacios modernos que reinventan los sabores clásicos con un giro contemporáneo, la capital colombiana lo tiene todo.

En este listado te llevamos a conocer los 10 mejores restaurantes italianos en Bogotá, seleccionados por su autenticidad, calidad de ingredientes y ese “algo” especial que los hace imperdibles. Prepárate para descubrir lugares donde el vino fluye, la pasta se hace a mano y cada plato cuenta una historia. ¿Tienes antojo de una lasaña que se derrite en la boca o prefieres una burrata cremosa que se roba el show? Sigue leyendo, porque este recorrido por la cocina italiana en Bogotá te va a abrir el apetito… y seguro también te dará ganas de reservar una mesa hoy mismo.
1. Trattoria de la Plaza
Ubicada en el corazón del barrio Siete de Agosto, Trattoria de la Plaza es uno de esos lugares que se quedan en la memoria, no solo por sus sabores auténticos, sino también por su ambiente acogedor que te hace sentir como en casa. Con una propuesta que combina lo mejor de la cocina italiana y mediterránea, este restaurante se ha convertido en un favorito para quienes buscan experiencias culinarias que enamoran desde el primer bocado. Cada detalle, desde la decoración rústica hasta la atención personalizada, está pensado para ofrecer un momento único a sus comensales.
Es el lugar ideal para disfrutar de una buena comida en compañía de amigos o para una salida romántica con esa persona especial. Su ambiente cálido, con luz tenue y mesas de madera, crea la atmósfera perfecta para relajarse, conversar y dejarse sorprender por cada plato. Si lo tuyo es explorar nuevos sabores sin salir de la ciudad, aquí encontrarás desde clásicos como la pasta al pesto hasta opciones más elaboradas como el pulpo a la parrilla o el risotto de funghi porcini.
El rango de precio es de 30,000 a 35,000 pesos colombianos por persona, una excelente opción si buscas calidad y sabor sin romper el presupuesto. Además, todos los ingredientes son frescos y se nota la dedicación en cada preparación. Los vinos también son protagonistas en Trattoria de la Plaza, así que no dudes en pedir una recomendación para maridar tu platillo favorito.
Eso sí, ten en cuenta que este restaurante no admite mascotas, por lo que es mejor dejar a tu peludo en casa si planeas visitarlo. Por su popularidad, es común que se llene, especialmente los fines de semana, así que lo mejor es reservar con anticipación. Trattoria de la Plaza es una joya escondida que definitivamente vale la pena descubrir si estás buscando lo mejor de la cocina italiana en Bogotá.







2. Storia D'Amore
En pleno corazón de la exclusiva Zona T, Storia D’Amore es más que un restaurante, es una experiencia sensorial que te transporta directamente a Italia. Desde su fachada hasta cada rincón de su interior, todo está diseñado para enamorar. La decoración romántica y elegante, llena de detalles encantadores, lo convierte en el escenario ideal para quienes buscan una experiencia gastronómica que también conquiste con la vista. Aquí, cada visita se siente como un pequeño viaje al Mediterráneo, sin necesidad de salir de Bogotá.
Este restaurante es ideal para una cena inolvidable en compañía de tu pareja. Su ambiente íntimo, con luz cálida y mesas bien distribuidas, lo hace perfecto para celebraciones especiales, aniversarios o simplemente una escapada culinaria a mitad de semana. La atención es de primer nivel y los meseros están siempre atentos a recomendar maridajes o sugerencias del chef que se adaptan a tus gustos.
La propuesta culinaria de Storia D’Amore se basa en la auténtica cocina italiana, con recetas tradicionales reinterpretadas con un toque moderno. Entre sus platillos imperdibles están el risotto de mariscos, la pasta servida dentro de una rueda de parmesano y carnes premium cocinadas al punto perfecto. El rango de precio es de 100,000 a 120,000 pesos colombianos por persona, un costo que se justifica por la calidad, la presentación y el ambiente del lugar.
Otro punto a favor es que Storia D’Amore admite mascotas, así que puedes disfrutar de una velada con tu peludo si prefieres no dejarlo en casa. Eso sí, por su alta demanda, especialmente los fines de semana, se recomienda hacer reserva con antelación. Sin duda, este restaurante es una parada obligada para quienes buscan lo mejor de la cocina italiana con un toque de romance en Bogotá.






3. La Fabbrica
Ubicado en el elegante barrio de La Cabrera, La Fabbrica es uno de esos lugares donde la tradición italiana se vive en cada detalle. Desde la entrada, este restaurante sorprende con su imponente arquitectura tipo mansión y un ambiente que mezcla lo clásico con lo moderno de manera impecable. Aquí, cada rincón está diseñado para brindar una experiencia única, ideal para quienes buscan disfrutar de una buena comida rodeados de estilo y sofisticación.
La Fabbrica es perfecta para una cena en compañía de amigos que quieren ponerse al día entre copas de vino y platos llenos de sabor. El lugar cuenta con espacios amplios y bien iluminados, además de áreas privadas para quienes prefieren un ambiente más reservado. Es una excelente opción también para reuniones especiales o cenas de negocios, donde la atención al detalle marca la diferencia.
Su propuesta gastronómica se basa en la elaboración artesanal, con un menú que destaca por sus pastas frescas, pizzas al horno de leña y una selección de entradas que te abrirán el apetito desde el primer momento. Entre los imperdibles están el risotto de mariscos y el carpaccio de salmón, que no solo se ven increíbles, sino que también conquistan por su sabor. El rango de precio es de 50,000 a 70,000 pesos colombianos por persona, lo cual lo hace una opción bastante accesible para el nivel de calidad que ofrece.
Es importante saber que La Fabbrica no admite mascotas, así que si planeas ir, tendrás que dejar a tu lomito en casa. Dado que es un restaurante bastante solicitado, especialmente los fines de semana, lo mejor es reservar con anticipación. Sin duda, este lugar es ideal para vivir una experiencia italiana completa, desde la cocina hasta el ambiente.






4. Cacio & Pepe
En el moderno sector de Chicó, se encuentra Cacio & Pepe, un restaurante italiano que ha sabido conquistar a los amantes de la buena mesa con una propuesta fresca, auténtica y muy bien cuidada. Este lugar, que combina el encanto de una taverna italiana con toques contemporáneos, ofrece una experiencia culinaria que destaca tanto por la calidad de sus ingredientes como por el ambiente relajado y acogedor que lo envuelve.
Es el sitio perfecto para una cena entre amigos, ya sea en su terraza al aire libre o en el interior, donde la decoración te transporta a una típica trattoria italiana con un toque moderno. La música, que va desde jazz hasta blues, complementa a la perfección el ambiente y hace que cada visita sea especial. Aquí se respira un aire casual pero elegante, ideal para pasar un buen rato mientras disfrutas de sabores auténticos.
La especialidad de la casa es la pasta fresca y las pizzas al horno de piedra, preparadas al momento con ingredientes locales y de alta calidad. El plato que le da nombre al lugar, el Spaghetti Cacio e Pepe, es un clásico que no falla: sencillo, sabroso y perfectamente ejecutado. También encontrarás antipastos, ensaladas y postres que completan una carta diseñada para complacer a todos los paladares.
El rango de precio es de 70,000 a 100,000 pesos colombianos por persona, dependiendo de los platos y bebidas que elijas. Cabe mencionar que Cacio & Pepe no admite mascotas, así que considera este detalle si piensas ir acompañado de tu lomito. Por su popularidad, especialmente en fines de semana, se recomienda reservar con anticipación para asegurar tu mesa y disfrutar sin prisas de una gran experiencia italiana en Bogotá.







5. Pimento Cucina Italiana
Dentro del elegante Hotel Marriott, en la zona de Salitre, se encuentra Pimento Cucina Italiana, un restaurante que destaca por su ambiente sofisticado y su propuesta gastronómica basada en los sabores más auténticos de Italia. Este lugar logra combinar a la perfección el lujo de un gran hotel con la calidez de una trattoria, ofreciendo una experiencia completa para quienes buscan disfrutar de una velada especial sin salir de Bogotá.
Pimento es ideal para una cena tranquila y romántica, especialmente en compañía de tu pareja. La iluminación tenue, la música suave y el servicio impecable crean un entorno íntimo que invita a relajarse y disfrutar de cada momento. Ya sea para una celebración especial o simplemente para consentirte con una buena comida, este restaurante tiene todo para dejarte con ganas de volver.
Su menú está lleno de opciones irresistibles, desde pastas artesanales hechas en casa hasta pizzas al horno de leña que huelen a gloria apenas llegan a la mesa. También cuentan con una cuidada carta de vinos italianos que elevan la experiencia a otro nivel. El rango de precio es de 89,000 pesos colombianos por persona, lo cual se justifica por la calidad de los ingredientes, el entorno exclusivo y la atención personalizada.
Eso sí, ten en cuenta que Pimento Cucina Italiana no admite mascotas, así que si planeas una salida en pareja o con amigos, será mejor que tu peludo se quede en casa. Por ser un lugar muy solicitado, especialmente en fines de semana, es recomendable hacer reservación con anticipación. Si estás buscando una experiencia italiana elegante y completa en Bogotá, este restaurante es definitivamente una gran opción.







6. Italia Artesana
En el pintoresco y siempre vibrante barrio de Usaquén, se esconde una joya de la cocina italiana: Italia Artesana. Este restaurante hace honor a su nombre al ofrecer una experiencia totalmente artesanal, donde cada platillo se elabora con ingredientes frescos y técnicas tradicionales que respetan la esencia de la gastronomía italiana. El lugar tiene un encanto especial, con una decoración rústica que te hace sentir como si estuvieras comiendo en una villa al norte de Italia.
Italia Artesana es ideal para una comida relajada en compañía de la familia. Su ambiente es cálido, con espacios amplios y mesas pensadas para compartir, lo que lo convierte en una excelente opción para reuniones familiares, almuerzos de domingo o celebraciones especiales. Además, el servicio es atento y amigable, lo que aporta a esa sensación de estar en casa, pero con la sazón de un chef italiano de corazón.
La propuesta gastronómica es amplia y deliciosa: destacan sus pastas frescas, elaboradas a mano todos los días, y sus pizzas al horno de leña, que se han ganado la fama de ser unas de las mejores de Bogotá. También ofrecen una buena variedad de entradas como bruschettas, carpaccios y ensaladas, ideales para abrir el apetito. Para los amantes del dulce, sus postres caseros son un cierre perfecto. Todo esto dentro de un rango de precio de 50,000 a 70,000 pesos colombianos por persona, lo cual es bastante justo por la calidad y el sabor que ofrecen.
Eso sí, si estás pensando en llevar a tu mascota, ten en cuenta que Italia Artesana no admite mascotas, así que lo mejor es dejar a tu peludo en casa. Dada su popularidad, especialmente durante los fines de semana, se recomienda reservar con anticipación. Italia Artesana es, sin duda, el lugar perfecto para quienes buscan disfrutar de la auténtica cocina italiana en un ambiente familiar, con buen servicio y mucho sabor en cada plato.







7. Trattoria La Divina Comedia
En el corazón de Chapinero, un barrio conocido por su diversidad gastronómica y su ambiente bohemio, se encuentra Trattoria La Divina Comedia, un rincón que rinde homenaje a la tradición italiana con una propuesta que enamora por su autenticidad. Desde que cruzas la puerta, el ambiente cálido y acogedor, junto con la decoración rústica inspirada en las trattorias clásicas, te invitan a quedarte y disfrutar de una experiencia culinaria que va más allá del paladar.
Es el lugar ideal para una cena tranquila y sabrosa con amigos o en plan romántico con tu pareja. Su iluminación tenue, música suave y atención cercana crean el ambiente perfecto para desconectarse del ritmo de la ciudad y sumergirse en un pequeño pedazo de Italia. Aquí no hay prisas, se trata de saborear cada instante, cada plato, cada copa de vino con calma y buena compañía.
La especialidad de la casa son las pastas frescas hechas a mano, preparadas al momento y acompañadas con salsas tradicionales como la carbonara, boloñesa o pomodoro. También ofrecen opciones como lasañas, risottos y una selección de vinos italianos que realzan los sabores de cada platillo. El rango de precio es de 50,000 a 70,000 pesos colombianos por persona, lo que lo convierte en una opción muy atractiva para quienes buscan calidad sin gastar de más.
Eso sí, toma en cuenta que Trattoria La Divina Comedia no admite mascotas, por lo que si tenías pensado ir con tu lomito, mejor déjalo en casa. Por su popularidad, sobre todo los fines de semana, se recomienda reservar con anticipación. Este restaurante es perfecto para quienes buscan un lugar auténtico, con alma italiana y platillos que saben a tradición en pleno Chapinero.







8. La Vita è Bella
En pleno centro financiero de Bogotá, específicamente en el barrio de Santa Bárbara, se encuentra La Vita è Bella, un restaurante que celebra la riqueza de la cocina del sur de Italia con una propuesta auténtica y llena de sabor. Desde el primer momento, este lugar te envuelve con su ambiente elegante pero relajado, decorado con elementos que mezclan lo rústico y lo moderno, creando un espacio donde se respira calidez y buen gusto.
Es ideal para una comida con familia o para disfrutar entre amigos, ya que cuenta con espacios amplios, mesas cómodas y una atmósfera que invita a compartir sin prisas. El personal se esmera en ofrecer un servicio atento y cordial, haciendo que cada visita se convierta en una experiencia memorable. Es el tipo de lugar que lo mismo sirve para un almuerzo de domingo, una celebración especial o una comida de negocios con buen estilo.
La carta de La Vita è Bella destaca por su variedad y la calidad de sus preparaciones. Las pastas artesanales y las pizzas al horno de leña son el alma del menú, con sabores que remiten a la tradición del sur de Italia. Además, hay opciones de carnes, mariscos y postres que complementan a la perfección la experiencia. El rango de precio es de 85,000 pesos colombianos por persona, una cifra razonable considerando la calidad de los ingredientes y el esmero en cada plato.
Un detalle a tener en cuenta es que La Vita è Bella no admite mascotas, por lo que será necesario dejar a tu peludo en casa si planeas una visita. Debido a su excelente reputación y la alta demanda, sobre todo durante los fines de semana, lo más recomendable es hacer una reserva previa. Este restaurante es una excelente opción si buscas disfrutar de la cocina italiana con autenticidad, elegancia y ese toque de calidez que lo hace tan especial.







9. 18 Scalini
En el tranquilo y encantador barrio de Quinta Camacho, se encuentra 18 Scalini, un restaurante que ofrece una verdadera escapada al corazón de Italia sin salir de Bogotá. Su nombre, que significa “18 escalones”, hace alusión a los peldaños que conducen a este cálido rincón gastronómico, donde cada detalle —desde la decoración hasta el aroma de sus platos— evoca la esencia de las trattorias italianas más tradicionales. Es un espacio íntimo, perfecto para quienes valoran la autenticidad y la buena cocina.
18 Scalini es ideal para disfrutar de una cena con amigos o para una velada romántica en pareja. Su ambiente acogedor, con paredes de ladrillo expuesto, iluminación tenue y mesas de madera, crea el escenario perfecto para conversar, reír y compartir una botella de vino mientras se disfruta de una comida casera que reconforta. La atención es cercana y personalizada, lo que hace que cada visita sea especial y te den ganas de regresar.
La cocina de 18 Scalini se basa en la elaboración artesanal de pastas y pizzas, que son el alma de su menú. La masa de pizza es delgada, crujiente y cocida en horno de leña, mientras que las pastas se preparan a mano todos los días. Entre sus platos más destacados están el Risotto di Mare al Prosecco, la Pizza Tres Quesos y los clásicos como el Fettuccine alla Bolognese. El rango de precio es de 48,000 pesos colombianos por persona, una excelente opción si buscas alta calidad y sabor sin gastar demasiado.
Un punto importante es que 18 Scalini no admite mascotas, por lo que es mejor dejar a tu peludo en casa si planeas una visita. Dado que es un lugar bastante concurrido, sobre todo durante los fines de semana, es recomendable hacer una reserva para evitar esperas. Si buscas un lugar donde la comida se hace con pasión y el ambiente invita a quedarse, 18 Scalini es una apuesta segura en la escena italiana de Bogotá.






10. Di Lucca
Con más de 26 años de historia, Di Lucca es ya todo un ícono entre los restaurantes italianos de Bogotá. Ubicado en plena Zona T, este lugar se ha ganado el cariño de los bogotanos y visitantes por igual, gracias a su compromiso con la calidad, la tradición y una experiencia gastronómica que no pasa de moda. Entrar a Di Lucca es como hacer una pausa del ajetreo citadino y dejarse envolver por el ambiente acogedor de una trattoria que sabe cómo hacerte sentir como en casa.
Di Lucca es perfecto para una cena en compañía de la familia o para disfrutar de una tarde relajada con amigos. Su ambiente es cálido y elegante a la vez, con una decoración clásica donde predominan los tonos tierra, los detalles de madera y la iluminación suave que invita a conversar y disfrutar. Es el lugar ideal para celebrar cumpleaños, aniversarios o simplemente consentirte con una comida memorable en buena compañía.
Su menú es extenso y lleno de opciones para todos los gustos. Las estrellas de la casa son las pastas artesanales, preparadas con recetas tradicionales que resaltan los sabores de Italia en cada bocado, y las pizzas al horno de leña, crujientes y con ingredientes frescos que las hacen irresistibles. Platos como el Pappardelle al Telefono o la Pizza Funghi son favoritos indiscutibles. El rango de precio es de 70,000 pesos colombianos por persona, lo que refleja la calidad constante y el esmero que ponen en cada preparación.
Un detalle que debes considerar es que Di Lucca no admite mascotas, así que si pensabas llevar a tu lomito, será mejor buscar otro plan para él. Debido a su gran demanda y trayectoria, es muy recomendable hacer una reserva, especialmente si planeas ir en horas pico o fines de semana. Di Lucca no solo es un restaurante, es toda una experiencia que mezcla tradición, sabor y hospitalidad al mejor estilo italiano, en uno de los sectores más exclusivos de Bogotá.




¿Listo para seguir descubriendo sabores en Bogotá?
Bogotá se ha convertido en una ciudad donde la pasión por la buena comida encuentra su máxima expresión, y los restaurantes italianos son prueba de ello. Desde espacios íntimos que evocan la calidez de una trattoria familiar, hasta propuestas modernas que reinventan los clásicos con audacia, la capital colombiana tiene algo para todos los amantes de la gastronomía italiana. Ya sea que prefieras una pizza recién salida del horno de leña, una pasta hecha a mano con ese toque casero inigualable o un risotto perfectamente cremoso, en esta ciudad hay opciones para satisfacer cualquier antojo. Lo mejor es que esta lista apenas es el comienzo: cada uno de estos lugares ofrece experiencias únicas que vale la pena descubrir y repetir.
Si esta selección te abrió el apetito y te dejó con ganas de más, te invitamos a seguir explorando nuestras recomendaciones. En el blog encontrarás más listas, secretos y joyitas gastronómicas que harán de tus comidas, cenas y encuentros una verdadera delicia. ¿Ya sabes cuál vas a visitar primero? Guarda este artículo, compártelo con tu grupo foodie y prepárate para recorrer Bogotá a través de sus mejores sabores. Porque cuando se trata de disfrutar, siempre hay un nuevo lugar por descubrir.