Los 8 mejores bares en Santa Marta
Cuando cae la tarde y el calor del Caribe comienza a ceder, Santa Marta se transforma en el escenario perfecto para una buena copa, música en vivo y momentos que se convierten en historias. Ya sea que estés de paso por esta joya del Magdalena o que seas local de corazón, hay algo mágico en recorrer sus calles coloniales en busca del bar perfecto para arrancar la noche. Desde terrazas con vista al mar hasta rincones escondidos con cocteles de autor, esta ciudad vibra con una energía que solo se entiende cuando se vive.

¿No sabes por dónde empezar? No te preocupes, aquí te armamos una lista con los 8 mejores bares en Santa Marta. Cada uno tiene su propio encanto, su propia vibra, y algo que lo hace especial. Así que si estás buscando el spot ideal para brindar con amigos, tener una cita diferente o simplemente relajarte con buena música, sigue leyendo. Te prometemos que estos bares no solo te van a gustar… te van a conquistar.
1. Crab's Bar
Crab’s Bar, ubicado en el Centro Histórico de Santa Marta, en la Calle 18 #3-69, es uno de esos lugares que no solo se visitan, se viven. Desde su fachada llena de personalidad hasta su interior cargado de historia y buena vibra, este bar se ha ganado un lugar especial entre los favoritos de la ciudad. Fundado originalmente en Bogotá y reinventado en Santa Marta en 1999, su propuesta única lo convierte en un punto de encuentro obligado para quienes buscan un espacio diferente, lleno de cultura, música en vivo y un ambiente auténtico. Aquí no solo vas a tomarte un trago, vas a conectarte con una comunidad.
El ambiente relajado y a la vez vibrante de Crab’s Bar atrae tanto a turistas como a locales, y su oferta está pensada para todos los bolsillos, con un costo por persona que ronda los $40,000 a $70,000 COP. Se aceptan tarjetas, pagos móviles y además cuenta con Wi-Fi gratuito. Ideal para grupos, es amigable con la comunidad LGBTQ+ y se considera un espacio seguro para todos. Las reservaciones están disponibles, y si vas acompañado de tu perro, ¡también es bienvenido! Un lugar donde se celebra la diversidad con una cerveza en mano y buena música de fondo.
En cuanto a su carta, no te puedes perder sus cócteles bien servidos, las cervezas frías y la variedad de bebidas fuertes para quienes prefieren algo más cargado. Pero Crab’s Bar no solo se enfoca en lo líquido: también ofrece deliciosa comida tipo bar, ideal para compartir entre amigos o acompañar una buena charla en la terraza. El lugar tiene asientos al aire libre y un área para bailar, lo que lo convierte en una excelente opción tanto para empezar la noche como para cerrarla con broche de oro. Aquí, cada visita tiene sabor a algo nuevo.
Cierra el día con un plan diferente, donde la música, los tragos y el buen ambiente se fusionan para crear una experiencia inolvidable. Crab’s Bar es más que un bar: es una parada obligatoria si estás en Santa Marta y quieres vivir la ciudad desde su lado más auténtico y divertido. Ya sea que vayas en plan relajado o con todas las ganas de fiestar, aquí siempre encontrarás una buena historia por escribir. Porque en esta ciudad caribeña, cada noche tiene su propio ritmo… y este bar sabe cómo hacerlo sonar.







2. Lulo Café Bar
Lulo Café Bar, ubicado en la Carrera 3 #16-34 en Santa Marta, es de esos lugares que te atrapan desde la primera visita. Con una atmósfera relajada, vibras tropicales y una propuesta culinaria que mezcla lo local con lo saludable, se ha convertido en un imperdible tanto para turistas como para locales. Su ubicación estratégica en pleno corazón de la ciudad lo hace ideal para una parada después de recorrer el centro histórico o antes de una noche de fiesta. Además, el espacio es accesible para personas con movilidad reducida, lo cual lo vuelve inclusivo y cómodo para todos.
Pensado para quienes buscan calidad sin romper el presupuesto, en Lulo Café Bar el costo por persona suele rondar los $35,000 a $60,000 COP, dependiendo de si vas por un desayuno relajado, una cena ligera o unas copas con amigos. Aceptan distintos métodos de pago, desde tarjetas hasta pagos móviles, y el servicio es rápido y amable. El ambiente es perfecto tanto para una cita, una comida en familia o incluso para sentarte con tu laptop a trabajar mientras disfrutas de un buen café o un té de su cuidada selección. Y si llevas a tu perrito, es más que bienvenido tanto adentro como en la terraza.
En el menú de Lulo Café Bar, la variedad manda: platos vegetarianos, opciones veganas, comida orgánica, bocadillos y platos completos para desayunar, almorzar o cenar. ¿Te gustan los cocteles? Aquí los preparan con cariño, usando ingredientes frescos y combinaciones creativas. También hay cervezas, vinos, bebidas fuertes y, si prefieres algo sin alcohol, jugos naturales, café de especialidad y tés increíbles. Los sabores están bien balanceados, las porciones son generosas y el menú se adapta fácilmente a distintos gustos y estilos de vida.
Visitar Lulo Café Bar es regalarse un momento sabroso, con buena música —a veces en vivo—, un servicio cálido y una vibra que te hace sentir como en casa. Es de esos sitios donde el tiempo corre más lento, las conversaciones fluyen fácil y todo parece alinearse para que la experiencia sea redonda. Perfecto para iniciar el día o cerrarlo con una copa y buena compañía. En Santa Marta, pocos lugares logran ese balance entre lo relajado, lo delicioso y lo cool… y Lulo, sin duda, lo consigue.







3. Cayetano Cocktail Bar & Social Club
En el corazón de Santa Marta, justo en la Calle 17 #3-96, se encuentra Cayetano Cocktail Bar & Social Club, un spot moderno que combina lo mejor de la coctelería con una atmósfera social única. Es el lugar perfecto para quienes disfrutan del buen gusto sin pretensiones, con un diseño atractivo, música envolvente y un ambiente ideal para reunirse con amigos o conocer gente nueva. Este bar no solo invita a quedarse, sino a volver. Su propuesta es clara: tragos bien hechos, una carta concisa pero efectiva y un entorno donde cada detalle está pensado para disfrutar sin prisas.
Con un costo por persona que va de los $40,000 a los $50,000 COP, Cayetano se mantiene como una opción accesible dentro de la escena de bares premium en la ciudad. Aceptan pagos digitales, tarjetas y reservas anticipadas, lo que facilita la experiencia desde el primer momento. No importa si vienes solo o en grupo, siempre te vas a encontrar con un servicio cálido y una atención que hace sentir especial a cada visitante. El espacio, aunque íntimo, se presta para largas charlas, primeras citas o simplemente un break del ritmo caribeño sin dejar de disfrutar su esencia.
Si hay algo que define a Cayetano Cocktail Bar es su propuesta líquida: cocteles perfectamente equilibrados, combinaciones originales y clásicos con un twist que sorprenden desde el primer sorbo. La barra es el corazón del lugar, y detrás de ella hay bartenders apasionados que no solo preparan bebidas, sino que cuentan historias a través de cada mezcla. También hay cervezas, vinos y licores premium, además de una selección de comida para picar que acompaña perfectamente cada ronda. Aquí cada bebida tiene su momento, y cada momento su sabor.
Quien entra a Cayetano no solo busca una bebida, sino una experiencia. Es un bar que apuesta por la calidad, el diseño y una vibra relajada pero con mucho estilo. No hay pretensiones, solo buena energía y ganas de pasarla bien. Ya sea que estés comenzando la noche o cerrándola con broche de oro, este rincón se convierte fácilmente en uno de esos lugares que se recomiendan sin pensarlo dos veces. En Santa Marta, Cayetano es sinónimo de buen gusto y noches memorables.







4. Tarjeta Roja Santa Marta
En una de las zonas más movidas del centro de la ciudad, Tarjeta Roja Santa Marta se ubica en la Calle 21 #3-13, Comuna 2, y destaca como un bar deportivo con mucho estilo. Aquí, cada partido se vive con intensidad, acompañado de buenos tragos, comida sabrosa y un ambiente perfecto para compartir entre amigos o incluso disfrutar de una noche en solitario. Su terraza al aire libre es ideal para esas noches cálidas donde lo único que hace falta es una cerveza bien fría y una pantalla con el juego del momento. Sin duda, un punto de encuentro obligado para los fanáticos del deporte con alma fiestera.
Con un costo promedio por persona entre $30,000 y $50,000 COP, Tarjeta Roja logra un equilibrio ideal entre precio y calidad. Ofrece facilidades como pago con tarjeta, opciones móviles y la posibilidad de hacer reservas para no quedarte sin mesa en días clave. Es un lugar sin complicaciones, que apuesta por lo funcional, lo cómodo y lo divertido. Ya sea entre semana o en fin de semana, es común ver grupos de amigos disfrutando de una buena charla, una ronda de cocteles y el ambiente relajado que solo un bar bien armado puede ofrecer.
La carta es directa y efectiva: cocteles clásicos, tragos fuertes para los más valientes, cervezas bien frías y una selección de vinos para quienes prefieren algo más tranquilo. La comida se presta para picar o para una cena informal, ideal para acompañar las transmisiones deportivas o simplemente para disfrutar del momento. Tarjeta Roja Santa Marta no intenta ser algo que no es: es un lugar honesto, que sabe lo que hace y lo hace bien. Si vas buscando ambiente relajado, tragos cumplidores y un lugar donde puedas ver el partido sin interrupciones, este es el indicado.
Salir de Tarjeta Roja siempre deja la sensación de haber pasado un buen rato. No importa si ganaste o perdió tu equipo, lo que sí es seguro es que te llevas una experiencia completa, desde el servicio hasta la última copa. En una ciudad donde los planes nocturnos son infinitos, este bar deportivo resalta por su autenticidad y su energía. Es de esos lugares que se disfrutan tanto por costumbre como por descubrimiento. Porque a veces, el mejor plan es el más sencillo… y aquí, ese plan siempre tiene sabor a gol.







5. Oh Dios Mio
En pleno Centro Histórico de Santa Marta, sobre la Calle 19 #2a-55, se encuentra Oh Dios Mio, un bar que lleva su nombre con toda razón: cada visita sorprende. Este rincón, entre lo urbano y lo descomplicado, se ha convertido en uno de los favoritos para quienes buscan un ambiente relajado, buena música y un plan alternativo que mezcle fiesta con momentos de chill. Su estética es moderna, sin perder el toque casual que lo hace tan accesible para cualquiera que quiera pasarla bien sin complicarse demasiado. Ideal para arrancar la noche o improvisar un after entre amigos.
El presupuesto no será excusa para no disfrutar, ya que el costo por persona ronda los $30,000 a $40,000 COP, lo que lo convierte en una opción asequible sin sacrificar calidad ni ambiente. El bar acepta pagos con tarjeta y dispositivos móviles, y ofrece conexión Wi-Fi gratuita para los que no pueden desconectarse ni un segundo. Además, es pet friendly, así que si no quieres dejar a tu perrito solo en casa, aquí será bien recibido. La clientela suele ser diversa, desde grupos de amigos hasta viajeros solitarios que encuentran en este espacio una buena excusa para hacer una pausa y brindar.
La propuesta de Oh Dios Mio está pensada para el disfrute sin complicaciones: cerveza bien fría, bebidas fuertes, snacks para compartir y platos que acompañan perfectamente la velada. Aunque su enfoque no está en lo gastronómico, la comida en barra es cumplidora y va de la mano con el estilo del lugar. Pero lo que realmente lo hace destacar es su karaoke, perfecto para soltar la voz y dejarse llevar por el flow de la noche, o sus transmisiones deportivas, que convierten cada partido en una excusa más para reunirse. Aquí, el plan se adapta a ti, no al revés.
Si hay algo que define a Oh Dios Mio, es su capacidad de romper con la rutina. No importa si vas con plan definido o simplemente terminas ahí por casualidad, siempre pasa algo. Las noches se extienden entre risas, tragos y una sensación de familiaridad que no se compra, se siente. En Santa Marta, donde la movida nocturna tiene tantas caras, este bar aporta un toque auténtico, ligero y divertido. Porque a veces, solo necesitas un lugar donde puedas cantar, reírte de ti mismo y decir: “Oh Dios Mio… qué buena noche”.







6. El punto marino
En la esquina donde la Carrera 1 se cruza con la Calle 11, justo frente al mar, se encuentra El Punto Marino, un lugar que vibra al ritmo del Caribe samario. Este bar-restaurante ha sabido fusionar la tradición marina con un concepto moderno, accesible y relajado que invita a pasar horas entre sabores, música y brisa. Con una vista privilegiada y una atmósfera informal pero cuidada, se convierte en una excelente opción para quienes buscan algo más que un lugar para comer: una experiencia costera completa. Además, el espacio es accesible para personas en silla de ruedas, ideal para todos los públicos.
Una de las grandes ventajas de El Punto Marino es su excelente relación calidad-precio. Con un presupuesto estimado de entre $30,000 y $50,000 COP por persona, este lugar permite disfrutar de una comida o cena completa sin preocuparse por la cuenta. Aceptan tarjetas, pagos móviles, y ofrecen reservas para mayor comodidad. Su versatilidad lo hace perfecto tanto para una salida en familia como para una cena informal entre amigos. También es un gran spot para los turistas que llegan buscando sabor local sin sacrificar comodidad ni ubicación. Y si vas con niños, hay menú infantil y sillas altas disponibles.
En la carta de El Punto Marino destacan los sabores del mar, aunque también hay bocadillos, platos rápidos y opciones para quienes solo quieren picar algo con un buen trago. Hay cócteles tropicales, cervezas frías, bebidas fuertes y café para quienes prefieren algo más tranquilo. Además, es uno de los pocos lugares de la zona donde puedes desayunar con vista al mar y quedarte hasta el anochecer, cuando el lugar cobra vida con música, ambiente para bailar y transmisiones deportivas. El menú también incluye postres, comidas durante la madrugada y una vibra que se mantiene todo el día.
Visitar El Punto Marino es entregarse al encanto del Caribe con un giro moderno. Es de esos sitios que lo tienen todo: buena comida, tragos bien preparados, vista al mar, atención cálida y un ambiente que va cambiando con el sol. Por la mañana, es ideal para desayunar con calma. Al mediodía, se llena de sabor, y por la noche se transforma en un punto de encuentro para disfrutar con ritmo y sabor. Si estás en Santa Marta y quieres un lugar donde comer bien, beber mejor y sentirte como en casa… este es el punto.







7. La Muzzería
En una esquina encantadora del centro samario, justo en la Carrera 3 #16-02, se ubica La Muzzería, un lugar que combina historia, estilo y una vibra relajada que se siente apenas cruzas la puerta. Su ambiente bohemio, con terrazas acogedoras y música en vivo, lo hace perfecto para quienes buscan algo distinto sin alejarse del corazón de la ciudad. Es pet friendly, inclusivo, accesible y pensado para todos: desde familias con niños hasta viajeros solitarios o grupos de amigos que quieren disfrutar sin prisas. Aquí no solo vas a comer o tomar algo… vas a quedarte, conversar y conectar.
En términos de presupuesto, La Muzzería ofrece una experiencia completa por un costo estimado de entre $35,000 y $50,000 COP por persona, lo que lo convierte en una opción bastante accesible considerando la calidad del lugar. El espacio acepta todo tipo de pagos y es ideal para reservar en fechas especiales. Además, su Wi-Fi gratuito, la atención amable y la atmósfera cálida lo hacen excelente para todo tipo de planes, desde un brunch tranquilo hasta una noche romántica o una reunión con amigos. No es raro ver grupos diversos compartiendo entre risas, brindis y una selección de platos que invitan a probar de todo un poco.
La propuesta culinaria de La Muzzería tiene un enfoque moderno con toques artesanales, destacando por su variedad de opciones vegetarianas, veganas y sus famosos cócteles preparados con precisión y creatividad. También hay cervezas artesanales, vinos bien seleccionados y platillos que van desde aperitivos ligeros hasta comidas completas, ideales para el almuerzo o la cena. En las horas felices, los precios bajan y la alegría sube: música en vivo, platos especiales y un ambiente que se siente más como una celebración que como una simple salida. Aquí, cada mesa cuenta una historia distinta, y la carta siempre tiene algo nuevo por descubrir.
La Muzzería es ese tipo de lugar que deja huella. Ya sea por su energía relajada, sus sabores bien pensados o la mezcla perfecta entre diseño, tradición y modernidad, este bar restaurante se ha ganado un lugar especial entre los favoritos de Santa Marta. Es uno de esos rincones que te hacen decir “hay que volver”, porque sabes que cada visita será distinta. Ideal para quienes valoran lo auténtico y disfrutan de los pequeños grandes placeres de la vida: buena música, excelente comida y ese ambiente que no se fabrica, simplemente se siente.







8. La Samaria Social Club
En una zona poco convencional pero llena de encanto, La Samaria Social Club se ubica en la Calle 14 #28b-166 de Santa Marta, consolidándose como un espacio diferente para quienes buscan algo más que solo comer o beber. Este lugar se ha convertido en un refugio cultural donde la gastronomía, la música y el arte conviven de manera natural, en un ambiente que respira autenticidad. Su esencia va más allá del bar tradicional: aquí se reúnen espíritus creativos, conversaciones largas y momentos que no tienen hora. El nombre lo dice todo, es un club social, no solo un bar.
Sin la necesidad de aparentar, La Samaria Social Club ofrece una experiencia con precios justos, ideal para quienes valoran el contenido más que las etiquetas. Aunque no es el típico spot turístico, cada visita es un descubrimiento. Aceptan pagos digitales, el servicio es cercano y sin pretensiones, y el espacio se adapta a distintos planes: desde una cita informal hasta una noche de vino y arte. Si lo que buscas es un ambiente más íntimo, menos bullicioso y con ese toque “underground” que no se encuentra en todos lados, este puede convertirse en tu nuevo favorito.
El menú, aunque discreto, tiene alma. No se trata de una carta extensa, sino de una selección pensada para acompañar las buenas charlas y las copas bien servidas. Hay opciones para picar, bebidas con carácter y una curaduría musical que le da identidad al lugar. La atención a los detalles está presente en la forma en que sirven un trago o en cómo suena la lista de reproducción. La Samaria Social Club es el tipo de sitio que apuesta por lo esencial: lo bien hecho, lo bien compartido, y lo bien vivido. No hay exceso, solo lo justo y necesario.
Salir de La Samaria es hacerlo con la sensación de haber estado en un lugar que no busca agradar a todos, sino conectar con quienes valoran la autenticidad. En una ciudad donde cada vez hay más propuestas nocturnas, este espacio se distingue por su carácter íntimo y su propuesta alternativa. Es perfecto para escapar de lo predecible, para encontrarte con otros y contigo mismo. Aquí, el tiempo se mide en historias, no en relojes. Y si estás buscando un rincón con alma, este club social tiene mucho por compartir.







Tu próxima noche inolvidable te está esperando
Santa Marta no solo es playa, historia y brisa cálida… también es sabor, fiesta y noches inolvidables. Estos 8 bares que te compartimos son apenas una probadita de todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer cuando cae el sol. Ya sea que te encante la mixología, los ambientes relajados, la música en vivo o los lugares para bailar hasta que salga el sol, aquí siempre hay un lugar que se ajusta a lo que buscas. Lo mejor de todo es que cada visita puede convertirse en una experiencia distinta, dependiendo de con quién vayas, qué estés celebrando o simplemente qué humor traigas.
Y si ya estás armando tu lista de próximos lugares por conocer, no te detengas aquí. En nuestro blog te tenemos más recomendaciones para descubrir los rincones más sabrosos, cool y auténticos de Santa Marta… y de muchas otras ciudades que seguro ya tienes en tu radar. Dale click a otro artículo y déjate llevar por esta aventura de sabores, vistas y momentos que solo se viven al estilo Reservándonos. ¿Listo para seguir descubriendo?