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Los 10 mejores restaurantes para celebrar el Día de Muertos en la Roma

El Día de Muertos es una de las tradiciones más entrañables y coloridas de México, y qué mejor manera de honrarla que con una experiencia gastronómica que despierte los sentidos. La colonia Roma, con su vibra bohemia y su mezcla de lo clásico con lo contemporáneo, se convierte en el escenario perfecto para celebrar entre aromas, sabores y texturas que rinden homenaje a la vida y a la memoria. En sus calles arboladas conviven restaurantes de autor, propuestas innovadoras y espacios que rescatan lo mejor de la cocina mexicana, ideales para reunirse con amigos o familia durante estas fechas tan significativas. Aquí, el pan de muerto, el mole y las bebidas de temporada se encuentran con ingredientes inesperados y propuestas creativas que sorprenden hasta al paladar más curioso.

Mejores restaurantes para celebrar Día de Muertos Roma

Si buscas vivir el Día de Muertos de una forma distinta, más allá de los altares y las ofrendas, los restaurantes de la Roma ofrecen un recorrido lleno de contrastes y emociones. Desde rincones acogedores con un toque íntimo hasta lugares vibrantes con coctelería de autor, la colonia se pinta de cempasúchil y se convierte en un festín para los sentidos. Prepárate para descubrir en esta guía los diez mejores restaurantes de la Roma donde la tradición se transforma en una celebración inolvidable.

1. Salino Rooftop

5/5

Situado en la colonia Roma Norte, Salino Rooftop ofrece una experiencia aérea con ambiente relajado, ideal para una cena bajo el cielo de la Ciudad de México. Su terraza, con vistas abiertas y diseño cuidado, se presta para momentos íntimos y diálogos pausados, mientras las luces y detalles decorativos contribuyen a una atmósfera que recuerda, en matices, la delicadeza de los altares del Día de Muertos. Durante estas fechas, su menú puede incluir guiños al tema —ingredientes tradicionales reinterpretados— para que comer allí no sea solo un acto gustativo, sino un acto simbólico.

Este restaurante funciona muy bien para parejas o grupos de amigos que buscan compartir platillos con notas de sofisticación. Imagina comenzar la velada con un coctel inspirado en sabores otoñales —mezcal y notas de flor de azahar— y continuar con platillos de fusión mediterránea‑asiática que sorprendan a quienes ya conocen bien la oferta gastronómica de la Roma. La conversación fluye entre sorbos, risas y creatividad culinaria. Aunque no es el más adecuado para familias con niños pequeños si buscan ambientes muy informales, el formato compartido puede adaptarse si el grupo lo decide.

El rango de precio estimado es de $850 a $950 MXN por persona para cenar (sin incluir extras de cocteles o vinos). Ese nivel posiciona a Salino como una opción premium: basta para una ocasión especial, pero no tanto como para hacer que la cartera llore irreversiblemente. En el contexto del Día de Muertos, cuando se busca algo más memorable que la rutina diaria, este precio habla de calidad, ambiente y toque distintivo.

Un detalle importante: el restaurante admite mascotas en su terraza, lo que permite que tu mascota forme parte del homenaje si decides celebrar esa noche en compañía completa (humana y peluda). Así, entre luces tenues y música cuidada, podrás levantar tu copa ante la memoria de quienes ya partieron, saboreando cada instante en un rincón elevado de la Roma.

2. Restaurante Lorea

5/5

En el corazón de la Roma Norte, Restaurante Lorea se distingue por su enfoque culinario experimental y su ambiente elegante, lo que lo convierte en un lugar excepcional para una cena que rinda homenaje al Día de Muertos de forma moderna y sofisticada. Aquí, el ritual de la comida se transforma en una narrativa sensorial que juega con texturas, aromas y colores —casi como si cada platillo fuera una ofrenda contemporánea dedicada al gusto y la memoria. En esta fecha tan simbólica, Lorea ofrece un espacio que permite conectar con las emociones profundas que despierta la tradición, pero desde una perspectiva vanguardista.

Ideal para parejas y grupos pequeños de amigos que disfrutan de experiencias gastronómicas elevadas, Lorea no es el típico restaurante de manteles largos, sino una casa convertida en laboratorio culinario, donde cada elemento tiene intención. No hay carta: el menú degustación, que cambia con frecuencia, guía al comensal a través de una secuencia cuidadosamente diseñada. Es el lugar perfecto para quienes desean rendir tributo a la vida con sabores inesperados, sin caer en clichés.

El rango de precio estimado por persona es de $2,500 a $2,700 MXN, ya que se trata de un menú degustación de alta gama con maridaje opcional. Sí, es una inversión, pero cada platillo está pensado como una experiencia multisensorial, una especie de ceremonia donde lo efímero del momento se aprecia tanto como en la tradición del Día de Muertos.

Es importante mencionar que este restaurante no admite mascotas, lo cual refuerza su ambiente de atención plena y sin distracciones. Lorea no es solo un restaurante: es un lugar donde el tiempo se detiene y el acto de comer se convierte en una forma de contemplación, ideal para reflexionar, recordar y celebrar con profundidad.

3. Restaurante Mythos

5/5

En plena Roma Norte, Restaurante Mythos es un rincón mediterráneo que, para el Día de Muertos, ofrece un giro inesperado pero encantador: una celebración con acento griego. Este restaurante se especializa en cocina tradicional de Grecia, con ingredientes frescos del mar, vegetales aromáticos y el uso generoso del aceite de oliva, logrando platillos que honran la memoria desde otra latitud. Para una comida diferente y con el alma puesta en compartir, Mythos se convierte en un homenaje multicultural, donde el espíritu de la fecha se fusiona con el de las tabernas isleñas.

Es ideal para una tarde entre familias o amigos que buscan romper la rutina sin abandonar el simbolismo del día. La decoración es sencilla y acogedora, como si entraras a una casa de verano frente al mar Egeo, lo que permite un ambiente relajado donde la sobremesa se vuelve parte central de la experiencia. Aquí no hay pretensión: solo sabor, hospitalidad y muchas ganas de brindar por los que están y los que ya no.

El rango de precio estimado es de $400 a $600 MXN por persona, una opción accesible para quienes buscan calidad sin que la experiencia se sienta inalcanzable. Desde entradas como tzatziki y hojas de parra hasta platos como pulpo a las brasas y gyros, la carta permite compartir y probar de todo un poco, en un acto que recuerda mucho a nuestras propias reuniones festivas mexicanas.

Además, el restaurante admite mascotas, por lo que tu compañero peludo también puede acompañarte mientras brindas con ouzo o disfrutas de un buen galaktobureko. En un día cargado de simbolismo, Mythos recuerda que celebrar la vida también puede hacerse con sabores lejanos, en un lugar donde la memoria se honra al ritmo del Mediterráneo.

4. Balmori Rooftop

5/5

En el corazón vibrante de la Roma Norte, Balmori Rooftop se alza como una terraza icónica donde la ciudad deja de ser caos para convertirse en un escenario íntimo de celebración. Durante el Día de Muertos, este espacio adquiere una atmósfera especial: luces tenues como veladoras, flores que cuelgan del techo como si fueran cempasúchiles urbanos, y una brisa que parece susurrar historias del pasado. Si lo tuyo es combinar lo contemporáneo con lo simbólico, Balmori es el lugar perfecto para elevar una cena en honor a quienes ya partieron, pero también a quienes siguen aquí, compartiendo momentos inolvidables.

El ambiente de Balmori es relajado pero cuidadosamente diseñado. Aquí no hay prisa, solo ritmo. Ideal para amigos en modo celebración o parejas buscando una noche significativa, esta terraza se presta tanto para largas sobremesas como para brindar hasta el cierre. La música —siempre presente pero nunca invasiva— acompaña la experiencia y se ajusta al tono de la noche. En fechas como el Día de Muertos, el lugar suele tener detalles decorativos que evocan la tradición sin caer en lo obvio: calaveras estilizadas, cocteles con nombres alusivos, y una vibra que se siente tan ritual como alegre.

En cuanto a la propuesta culinaria, Balmori no se limita a cumplir expectativas: las rebasa con creatividad. Su menú es ecléctico, moderno y pensado para el paladar citadino que busca algo más que lo de siempre. Puedes encontrarte con tacos de autor, ensaladas frescas con ingredientes inesperados, carnes a la parrilla con toques asiáticos o mediterráneos, y una carta de coctelería donde cada trago cuenta una historia. El rango de precio estimado es de $700 a $800 MXN por persona, y vale cada peso por la experiencia que ofrece: comer rico, beber bien y sentirse parte de algo especial.

Además, como buen espacio inclusivo y relajado, Balmori admite mascotas, lo cual suma puntos para quienes no quieren dejar a su compañero peludo fuera de la celebración. Imagina una noche de otoño, con el cielo despejado sobre ti, rodeado de amigos o en pareja, brindando por los que ya no están y celebrando con quienes sí. Balmori Rooftop no es solo un lugar para comer: es un ritual moderno donde el alma de la ciudad y el espíritu de la tradición se encuentran para bailar un rato más.

5. Zuzu Cocina de Campo

5/5

En medio del bullicio de la Roma, Zuzu Cocina de Campo se revela como un oasis que combina lo mejor de dos mundos: la calidez de una casa de campo y el refinamiento de una propuesta gastronómica urbana. Este restaurante, ideal para una comida relajada, toma inspiración de los sabores rústicos y las recetas reconfortantes, perfectas para un Día de Muertos con tintes íntimos y hogareños. Aquí, la tradición se siente no en la forma sino en el fondo: cada plato parece hecho para evocar memorias, como si alguien hubiese cocinado desde el corazón, pensando en los ausentes y en los presentes.

El ambiente de Zuzu es ideal para una tarde con familia, sobre todo si se quiere escapar del ruido sin salir de la ciudad. La terraza, llena de luz natural y vegetación, funciona como escenario perfecto para sobremesas largas, brindis espontáneos y charlas cargadas de emoción. También es un gran espacio para amigos que buscan reconectar sin prisas, entre platillos que se comparten y cocteles que cuentan historias. El Día de Muertos, aquí, no se grita: se murmura con ternura y se saborea con calma.

Su cocina apuesta por ingredientes frescos, recetas honestas y presentaciones cuidadas sin ser pretenciosas. El aguachile de camarón, las papitas bravas, el pulpo al grill o la hamburguesa de la casa son opciones que se sienten tan familiares como reconfortantes. La carta de cocteles de autor refuerza ese espíritu de celebración pausada: tragos pensados para acompañar conversaciones y recuerdos. El rango de precio estimado por persona es de $600 a $800 MXN, una inversión justa por la calidad del menú y lo acogedor del lugar.

Y sí, un punto a favor muy importante: Zuzu admite mascotas, así que puedes llevar contigo a tu amigo peludo mientras honras la memoria de quienes ya no están. Entre la decoración campestre, el aire fresco de su terraza y una propuesta gastronómica sin artificios, Zuzu Cocina de Campo se convierte en el escenario perfecto para una celebración íntima del Día de Muertos, donde la vida, la memoria y el buen comer se encuentran en armonía.

6. Restaurante Casa Alex

5/5

En el epicentro de la Roma Norte, Restaurante Casa Alex se presenta como un refugio donde la cocina mexicana se viste de elegancia sin perder sus raíces. Para una cena de Día de Muertos con sabor a homenaje, este lugar ofrece una experiencia que va más allá del plato: aquí, la tradición se transforma en narrativa, y cada ingrediente es una historia cocinada a fuego lento. Las recetas hablan de origen, de memoria, de territorio. Es el tipo de sitio donde uno se sienta a comer, pero termina quedándose a contemplar —o a recordar— con cada bocado.

El espacio se siente como una casa antigua bien vestida: íntima, cálida y con una estética que respeta tanto lo clásico como lo contemporáneo. Es ideal para parejas en busca de una noche especial o amigos que quieren compartir algo más que una comida. Las luces suaves y el servicio atento crean el ambiente perfecto para hacer de la cena una ceremonia: no de tristeza, sino de memoria viva. En un día como el 2 de noviembre, donde se honra lo efímero de la existencia, Casa Alex ofrece un lugar donde cada sabor es un guiño al pasado y un aplauso al presente.

La carta es un poema de ingredientes mexicanos tratados con respeto y técnica. Hay tételas con mole de ceniza, tacos de flor de calabaza rellena, tamales de venado estofado y el legendario filete de res encacahuatado cocido por seis horas. Cada platillo está pensado no solo para alimentar, sino para dejar huella. El rango de precio estimado es de $600 a $1,000 MXN por persona, dependiendo del número de tiempos y si decides acompañarlo con una buena copa de vino mexicano o un mezcal artesanal.

Importante para los amantes de los lomitos: Casa Alex no admite mascotas, ya que mantiene una atmósfera más íntima y controlada, ideal para experiencias pausadas y profundas. Sin embargo, eso no quita que sea uno de los espacios más acogedores de la Roma para rendir un tributo a la tradición, el buen comer y, sobre todo, al poder que tienen los sabores para traer de vuelta lo que el tiempo se llevó.

7. Restaurante Sonora Prime Roma Condesa

5/5

En un edificio imponente cerca de la Fuente de Cibeles, Sonora Prime Roma Condesa se presenta como el templo urbano del buen corte. Aquí, la celebración del Día de Muertos adquiere un tono robusto y vibrante, ideal para quienes entienden el homenaje no solo como introspección, sino también como fiesta y banquete. Su ambiente es moderno, enérgico y elegante, perfecto para una cena con intención: elevar la tradición a través del fuego, la carne y el brindis. Entre luces bajas, música de DJ en vivo y un menú que hace salivar con solo leerlo, este restaurante es un tributo a la intensidad de los sentidos.

Es el escenario perfecto para una celebración en grande con amigos o una noche especial en pareja. Su servicio es impecable, y la experiencia está diseñada para ser completa: desde la llegada con valet parking, hasta el primer sorbo de un cóctel Black Mamba. Para familias también funciona, ya que cuenta con ludoteca y niñeras, permitiendo a los adultos disfrutar sin preocuparse por el entretenimiento de los más pequeños. El Día de Muertos aquí se vive con sabor, música y copas alzadas, como una danza entre lo efímero y lo memorable.

La especialidad de la casa son los cortes Prime dry aged como el Tomahawk o el Rib Eye de Wagyu, con un marmoleo que hace que la carne prácticamente se derrita en la boca. Pero también hay ensaladas frescas, pastas artesanales, tiraditos y una mixología atrevida. El rango de precio estimado es de $1,000 a $1,300 MXN por persona, un costo que se justifica por la calidad del producto, el ambiente sofisticado y la atención al detalle que se vive en cada visita.

Eso sí, si estás pensando llevar a tu lomito, es mejor dejarlo en casa: Sonora Prime no admite mascotas. A cambio, ofrece una experiencia de lujo pensada para los que quieren rendir homenaje a la vida con un festín sin restricciones, donde el fuego de las brasas recuerda que la memoria también se alimenta con carne bien cocida y vino compartido.

8. Sal e Brasa Roma

5/5

En pleno corazón de la Roma, Sal e Brasa ofrece una experiencia culinaria que, en el marco del Día de Muertos, se convierte en un verdadero ritual de fuego, sabor y abundancia. Este restaurante, especialista en espadas brasileñas, reinterpreta la tradición del banquete como una celebración continua. Imagina rendir homenaje a los que se han ido con una comida donde el asador nunca se apaga y la mesa siempre está llena. El olor del carbón y la carne cocinándose al momento genera una atmósfera que conecta con lo más ancestral del acto de comer: un encuentro compartido, lleno de vida y memoria.

Ideal para celebrar con familia, amigos o incluso en pareja si lo tuyo es el apetito sin restricciones, este lugar no escatima en opciones. Además de sus cortes al carbón servidos en espadas —como la picaña, el top sirloin o las costillas—, ofrece una isla de sabores con mariscos, sushi, ensaladas, pastas y delicias brasileñas como la feijoada o la piña caramelizada. Aquí, el Día de Muertos se vive entre rondas de carne, platos llenos y sonrisas compartidas, como una oda a la abundancia que honra tanto la vida como la ausencia.

Lo mejor es que todo esto funciona bajo un concepto de buffet de alta gama: pagas una vez y puedes probarlo todo. El rango de precio estimado por persona es de $600 a $700 MXN, una relación calidad-precio muy atractiva para quienes quieren celebrar con el estómago y el corazón bien llenos. La experiencia no solo es gastronómica, sino también sensorial: desde la atención del personal hasta el ambiente cálido y festivo del lugar, cada detalle está pensado para que no falte nada.

Y sí, punto extra: Sal e Brasa admite mascotas, por lo que tu lomito también puede ser parte del festín. En estas fechas donde la memoria se vuelve protagonista, este restaurante te invita a comer como se hacía antes: en comunidad, sin prisa, con fuego vivo y mesa larga. Porque a veces, la mejor forma de recordar es vivir intensamente el presente, tenedor en mano.

9. Restaurante Don Cannoli Roma Norte

5/5

En una esquina encantadora de la Roma Norte, Restaurante Don Cannoli ofrece un pedacito de Sicilia con corazón mexicano, ideal para una comida de Día de Muertos que combine nostalgia, sabor y tradición… con acento italiano. Este lugar, que se define como una enoteca y restaurante, tiene ese aire de trattoria familiar donde cada platillo sabe a receta heredada. En esta fecha tan simbólica, Don Cannoli se convierte en un espacio donde el alma y el estómago se reconfortan con pasta, vino y dulces memorias.

Perfecto para familias que buscan una experiencia acogedora o parejas que desean escapar del bullicio sin salir del barrio, el restaurante logra un equilibrio entre calidez y estilo. La decoración es sencilla pero elegante, con detalles que evocan la costa siciliana sin forzar clichés. Aquí, la sobremesa es ley, y la celebración se da sin prisas: entre un trago de vino tinto, una rebanada de pizza artesanal y una charla que fluye como las historias de los que recordamos en estas fechas.

La carta es un homenaje al comfort food del sur de Italia: pizzas delgadas y crujientes, pastas al dente con salsas que saben a hogar, tablas de charcutería, ensaladas frescas y, por supuesto, los cannoli, la estrella de la casa. Estos últimos son una oda a la dulzura y el recuerdo, perfectos para cerrar una comida que, más que eso, se siente como un abrazo. El rango de precio estimado es de $600 a $700 MXN por persona, accesible sin sacrificar calidad ni porciones generosas.

Y como cereza (o ricotta) del pastel, Don Cannoli admite mascotas, lo que lo hace aún más entrañable. En el Día de Muertos, donde todo gira en torno a la memoria y los afectos, este restaurante ofrece una forma distinta —pero profundamente humana— de honrar a los que ya no están: comiendo bien, brindando con vino y dejando que los sabores hablen el idioma universal del cariño.

10. Cigar Point Roma

5/5

En una esquina discreta de la Roma Norte, Cigar Point Roma se ha consolidado como un refugio elegante para quienes aprecian los placeres lentos y bien acompañados. En el contexto del Día de Muertos, este lugar ofrece algo distinto: una cena contemplativa, donde la tradición se mezcla con el humo suave de un buen puro y el sabor persistente de un whisky añejo. No es un restaurante común, es un lounge gastronómico con alma de enoteca y espíritu de comunidad, ideal para rendir homenaje con estilo y sin prisas.

Aquí, la experiencia está pensada para amigos o parejas que quieren desconectarse del ritmo agitado y compartir un momento íntimo, casi ritual. Entre muebles cómodos, iluminación tenue y una selección musical que nunca estorba, Cigar Point se convierte en el escenario perfecto para recordar a los que ya no están y brindar por los que siguen aquí. No es raro ver reuniones discretas, celebraciones personales o simplemente tertulias donde el tiempo parece suspenderse entre una calada y otra.

Su carta incluye comida reconfortante con toque gourmet: tacos, hamburguesas, burritos y sándwiches acompañados de cocteles bien servidos y bebidas premium. Pero lo que realmente distingue este lugar es su maridaje entre puros de alta gama y licores seleccionados, desde rones añejos hasta mezcales finos. El rango de precio estimado va de $600 a $1,500 MXN por persona, dependiendo de qué tan profunda sea tu inmersión en el universo del tabaco y las bebidas espirituosas.

Un dato a considerar: Cigar Point no admite mascotas, ya que su atmósfera está pensada para mantener controlados los aromas, el ambiente y la experiencia sensorial. Aquí se viene a conectar con el momento, a honrar la memoria desde lo sensorial, y a dejar que el humo dibuje formas en el aire mientras el recuerdo permanece. Para un Día de Muertos distinto, sofisticado y sin estridencias, este es el punto exacto entre lo ritual y lo urbano.

Donde la vida y el sazón se encuentran

El Día de Muertos es una celebración que trasciende el tiempo, y qué mejor forma de honrar a nuestros seres queridos que compartiendo una buena mesa en uno de los rincones más vibrantes de la CDMX: la Roma. Ya sea con un taco de autor, una copa de vino, un corte al carbón o un buen postre siciliano, cada restaurante de esta lista ofrece mucho más que comida: propone una experiencia cargada de sabor, emoción y memoria. Algunos brindan espacios íntimos para recordar en silencio; otros, festines para celebrar en comunidad. Todos, sin excepción, se vuelven altares vivos donde el paladar y el alma se encuentran.

¿Te quedaste con antojo de más? Este solo fue el primer bocado. En el blog de Reservándonos te esperan muchas otras rutas gastronómicas, ideas para celebrar en grande (o en corto) y secretos bien guardados de la ciudad que nunca deja de cocinar. Desde rooftops con vistas para perderse hasta joyitas escondidas con alma de barrio, cada artículo es una invitación a descubrir, saborear y volver. Porque si algo nos une —en esta vida o en la otra— es el placer de sentarnos a la mesa y celebrar que estamos aquí.