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6 restaurantes para celebrar el Día del Padre en Oaxaca

El Día del Padre es la excusa perfecta para salir a consentir a ese hombre que siempre está ahí: tu papá. Y si estás en Oaxaca, estás de suerte. Esta ciudad no solo es un festín para los sentidos, también es hogar de algunos de los restaurantes más encantadores, sabrosos y con más personalidad del país. Desde terrazas con vistas espectaculares del centro histórico, hasta escondites gourmet entre callejones de cantera, Oaxaca lo tiene todo para armar un plan especial. Pero, ¿cómo elegir el lugar perfecto para una ocasión tan especial? No te preocupes, aquí te ayudamos a resolverlo.

Restaurantes para celebrar Día del Padre Oaxaca

En este artículo te contamos cuáles son esos lugares que combinan excelente comida, ambiente único y ese toque especial que hace que una comida se vuelva inolvidable. Ya sea que tu papá sea fan del mezcal, amante del buen café o de esos que no perdonan una buena tlayuda, hay una opción para cada gusto. Así que alista el brindis, reserva con tiempo y prepárate para celebrar el Día del Padre como se debe: con buen sazón, buena compañía y en uno de los rincones más mágicos de México.

1. Atha Café & Brunch

5/5

Ubicado en la colonia Centro de Oaxaca, Atha Café & Brunch es una joyita que se ha ganado el corazón de locales y visitantes por igual. Este rincón, perfecto para comenzar el Día del Padre con el mejor de los ánimos, ofrece un espacio lleno de luz, plantas y buena vibra que te invita a quedarte más tiempo del planeado. Ya sea en su acogedor interior o en la terraza rodeada de bugambilias, aquí se respira tranquilidad. Si estás buscando un desayuno que combine buena comida y ambiente relajado, este es el lugar ideal.

El menú es un verdadero festín matutino. Atha ofrece una carta que mezcla ingredientes frescos, técnicas modernas y ese sazón que te hace sentir en casa. ¿Papá es fan del desayuno clásico? Aquí puede pedir unos chilaquiles rosas con huevo estrellado que están para aplaudir. ¿Prefiere algo más fresco? El omelette de salmón o el panini de jamón serrano son apuestas seguras. ¿Algo dulce? Las tostadas francesas con fruta de temporada son un cierre perfecto. Todo se acompaña con jugos naturales, cafés artesanales o smoothies llenos de color y sabor.

Atha Café & Brunch es ideal para disfrutar en compañía de familias, especialmente si estás buscando un lugar tranquilo donde todos puedan platicar sin prisas. El ambiente es relajado, el servicio es cálido y atento, y el espacio es lo suficientemente amplio para sentirse cómodo sin importar la hora. Además, los precios son bastante accesibles: el rango por persona va de 85 a 230 pesos mexicanos, lo que lo convierte en una excelente opción para consentir a papá sin romper el presupuesto.

Y como si fuera poco, Atha sí admite mascotas, así que si tu papá es de los que no se despega de su perrhijo, también está invitado. Este detalle, junto con su deliciosa propuesta gastronómica y el encanto del lugar, hacen de Atha Café & Brunch una elección acertada para celebrar el Día del Padre con una experiencia matutina que seguro se quedará en la memoria.

2. Esencia Oaxaca Cocktail Bar

5/5

En el corazón de la colonia Centro, dentro del emblemático Ex-Marquesado, se esconde un lugar que ha revolucionado la escena nocturna de Oaxaca: Esencia Oaxaca Cocktail Bar. Este spot no es solo un bar, es una experiencia. Su ambiente íntimo, con iluminación tenue, mobiliario de diseño y una atmósfera elegante pero relajada, lo convierte en el sitio perfecto para cerrar el Día del Padre con un brindis inolvidable. Si tu papá es de los que disfrutan de una buena plática acompañada de un coctel perfectamente preparado, este es su lugar.

Lo que distingue a Esencia es su enfoque artesanal en la mixología. Aquí, cada bebida cuenta una historia, ya que elaboran sus propios licores, bitters y jarabes con ingredientes locales y hierbas tradicionales oaxaqueñas. Desde que te sirven el primer trago, sabes que estás en presencia de algo especial. Entre los imperdibles están el “Esencia Sour”, un clásico con mezcal, limón y un toque herbal, o el “Oaxaca Tropical”, que juega con sabores frutales exóticos y notas ahumadas. La creatividad del equipo detrás de la barra es evidente, y cada coctel es un homenaje al terruño oaxaqueño.

Además de la carta de bebidas, Esencia también ofrece botanas finamente ejecutadas que complementan la experiencia: desde quesos artesanales hasta opciones con mariscos y toques cítricos. Esto hace que sea ideal para una cena relajada en compañía de amigos o una pareja, en un entorno más íntimo y adulto. Es el tipo de lugar donde el tiempo se pasa lento, entre risas, buenos tragos y excelente música. El rango de consumo por persona va de $300 a $1,000 pesos mexicanos, dependiendo de la selección de cocteles y acompañamientos.

Cabe destacar que Esencia no admite mascotas, lo cual refuerza su enfoque hacia una experiencia más exclusiva y tranquila. Es una opción que se aleja del bullicio y apuesta por el detalle, perfecta para celebrar a un papá que disfruta de lo fino, lo auténtico y lo bien hecho. Si buscas una noche diferente, elegante y con carácter, este bar es, sin duda, un acierto para el Día del Padre.

3. Restaurante Líquen

5/5

Enclavado en la tranquila colonia Reforma, Restaurante Líquen es una propuesta contemporánea que celebra la cocina mexicana desde una visión moderna, sofisticada y profundamente oaxaqueña. Este restaurante es perfecto para una comida especial por el Día del Padre, especialmente si buscas un entorno elegante sin caer en lo pretencioso. Con un diseño arquitectónico limpio, materiales naturales y un ambiente sereno, Líquen te invita a bajar el ritmo, disfrutar cada bocado y brindar con calma. Si papá es amante de la buena mesa y del diseño, este lugar será un verdadero regalo.

El menú de Líquen está en constante evolución, pero siempre se basa en ingredientes locales y técnicas actuales. Aquí, los sabores tradicionales se reinterpretan con respeto y creatividad. Puedes encontrar desde un filete de pescado con costra de maíz y esquites rostizados, hasta cortes de carne premium servidos con moles reinterpretados. Cada plato es un homenaje a la tierra oaxaqueña, y su presentación eleva la experiencia a otro nivel. Además, su carta de vinos y mezcales está cuidadosamente seleccionada para maridar a la perfección cada elección.

Restaurante Líquen es ideal para compartir con parejas o con la familia, especialmente si se busca un espacio íntimo donde celebrar con tranquilidad. El ambiente es relajado pero refinado, con un servicio atento y profesional que hace sentir bienvenido a todo tipo de comensales. El rango de precios va de $400 a $900 pesos mexicanos por persona, lo que refleja la calidad de los ingredientes, la técnica y el ambiente que ofrece el lugar. Es una inversión que se nota en cada detalle, desde el pan artesanal hasta los postres.

Líquen no admite mascotas, lo cual ayuda a mantener la atmósfera sobria y tranquila del lugar. Este restaurante es una excelente opción para quienes desean festejar el Día del Padre con una comida de alto nivel, en un entorno moderno que no pierde el alma oaxaqueña. Una experiencia culinaria que deja huella y que sin duda será recordada como uno de esos días especiales.

4. Restaurante Mixtú

5/5

Ubicado en la encantadora colonia Reforma, Restaurante Mixtú es una propuesta que combina el espíritu creativo de la cocina contemporánea con el corazón ancestral de los ingredientes oaxaqueños. Es el lugar ideal para una comida en el Día del Padre, sobre todo si buscas sorprender con una experiencia culinaria fuera de lo convencional. Desde su fachada sobria hasta su interior moderno con detalles artesanales, todo en Mixtú está pensado para disfrutar con calma y con todos los sentidos puestos en el plato. Aquí, cada visita es una oportunidad para descubrir nuevas formas de saborear Oaxaca.

El menú de Mixtú destaca por su enfoque innovador y su respeto por el producto local. Aquí no encontrarás lo típico: en lugar de eso, te esperan platillos como un tartar de atún con emulsión de hoja santa, un filete de res con salsa de chicatana o postres elaborados con cacao oaxaqueño y toques florales. Cada receta parece salida de un laboratorio de sabores, pero sin perder ese arraigo a la tierra y a las estaciones del año. Su mixología también merece mención especial, con cocteles de autor que complementan perfectamente cualquier platillo.

Este restaurante es ideal para parejas o para una celebración íntima en familia. Su ambiente elegante pero relajado permite conversar, reír y disfrutar sin distracciones. La atención del personal es personalizada y muy cercana, lo que contribuye a que cada visita sea especial. El rango de precios en Mixtú es de $500 a $950 pesos mexicanos por persona, dependiendo de los tiempos elegidos y las bebidas que acompañen. Es una experiencia para papás que disfrutan de la alta cocina, del detalle en el servicio y del diseño bien pensado.

Mixtú no admite mascotas, lo cual ayuda a preservar el ambiente tranquilo y sofisticado del lugar. Si este Día del Padre quieres regalar una experiencia distinta, con sabores nuevos y un enfoque que mezcla lo tradicional con lo experimental, este restaurante es una gran opción. Una joya escondida en Oaxaca que sabe cómo sorprender a los paladares más exigentes.

5. Restaurante Obispo Cocina Rural

5/5

Situado en la tradicional colonia Reforma, Restaurante Obispo Cocina Rural es un homenaje vivo a la cocina oaxaqueña de raíz. Si estás buscando un lugar auténtico, con alma de pueblo y sazón de abuela, este es el sitio perfecto para celebrar el Día del Padre. Desde que llegas, te envuelve un ambiente cálido y familiar: mesas de madera, cerámica artesanal y detalles rústicos que te hacen sentir en casa. Es el lugar ideal para una comida en familia, donde el protagonista será, sin duda, el sabor.

El concepto de Obispo gira en torno a rescatar las recetas tradicionales del campo oaxaqueño. Aquí no hay pretensiones, solo ingredientes locales, técnicas ancestrales y mucho cariño por lo que se cocina. En el menú destacan los tamales envueltos en hoja de plátano, el mole negro hecho en casa, el caldo de piedra y el tasajo con guarniciones de temporada. Cada platillo cuenta una historia, y es evidente que el respeto por la cocina rural es el eje que mueve todo en este restaurante. Ideal para papás que valoran la autenticidad por encima de las modas.

Obispo es perfecto para familias que quieren compartir una comida relajada, sin prisas y con mucho corazón. La atención es cercana, como si estuvieras visitando la casa de un buen amigo. El ambiente es cálido, con música suave y un ritmo pausado que permite disfrutar cada momento. El rango de precios va de $250 a $600 pesos mexicanos por persona, lo que lo convierte en una opción muy accesible sin perder calidad ni tradición. Una oportunidad excelente para consentir a papá con los sabores que seguramente lo conectan con su infancia.

El restaurante sí admite mascotas, así que si el festejo del Día del Padre también incluye al amigo de cuatro patas, aquí será bien recibido. Obispo Cocina Rural es un espacio donde la memoria, el sabor y el cariño se encuentran en cada platillo. Perfecto para una celebración que no necesita lujos, solo buena comida y la mejor compañía.

6. Restaurante Colonial 213

5/5

En el corazón de la colonia Centro, dentro de una casona con historia y detalles coloniales restaurados con gran cuidado, se encuentra Restaurante Colonial 213. Este lugar es una mezcla encantadora entre tradición, buen gusto y ese aire nostálgico que tanto caracteriza a Oaxaca. Ideal para una cena del Día del Padre, Colonial 213 ofrece un ambiente íntimo y elegante que invita a compartir una velada tranquila con papá, especialmente si disfrutan de espacios con carácter y cocina bien pensada. Aquí, cada rincón tiene una historia que contar.

El menú de Colonial 213 destaca por reinterpretar clásicos de la cocina mexicana con toques modernos. Su propuesta incluye desde cortes de carne jugosos acompañados de salsas caseras, hasta pastas hechas en casa con ingredientes oaxaqueños, sin olvidar los imperdibles de la región como el mole o los tacos de lechón. La carta de bebidas también es un punto fuerte, con coctelería de autor y una buena selección de vinos nacionales. Todo está preparado con atención al detalle, y eso se nota en cada platillo que llega a la mesa.

Este restaurante es ideal para celebrar con parejas o incluso con un pequeño grupo de amigos que buscan una experiencia tranquila, bien servida y con ese toque especial que hace que una comida se vuelva memorable. La atención del personal es discreta pero eficiente, el tipo de servicio que acompaña sin interrumpir. El rango de precios va de $300 a $750 pesos mexicanos por persona, lo que lo coloca como una excelente opción en relación calidad-precio para una celebración significativa como el Día del Padre.

Colonial 213 no admite mascotas, lo que ayuda a conservar su atmósfera clásica, perfecta para desconectarse un rato del bullicio y disfrutar de una velada bien cuidada. Si este año quieres sorprender a papá con una cena elegante, en un lugar lleno de historia, sabor y tranquilidad, este restaurante será sin duda un acierto. Un espacio para brindar, recordar y crear nuevos momentos juntos.

El último bocado, pero no el último plan

Cada papá es diferente, y por eso Oaxaca tiene una mesa especial para cada uno. Desde el que prefiere comenzar el día con un brunch en una terraza soleada, hasta el que disfruta de una cena elegante con un buen mezcal en mano, esta ciudad tiene opciones para celebrar con estilo y mucho sabor. Lo importante no es solo dónde, sino cómo y con quién se comparte ese momento. Así que si este Día del Padre quieres salir de lo típico y hacer algo verdaderamente memorable, cualquiera de estos seis lugares será un gran comienzo.

Y si te quedaste con ganas de más, no te preocupes. En nuestro blog tenemos muchas más recomendaciones para armar el plan perfecto, ya sea con amigos, en pareja o en familia. Desde los mejores rooftops para ver el atardecer, hasta joyitas escondidas para un date o una comida entre compadres. Oaxaca está llena de rincones por descubrir, y nosotros estamos aquí para ayudarte a encontrarlos. Porque celebrar bien, empieza por elegir bien.

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