Ahorra hasta un 50%OFF y mejora tu experiencia con nuestra app.

6 restaurantes para comer barato en La Paz

Cuando uno piensa en La Paz, lo primero que viene a la mente son sus playas tranquilas, atardeceres espectaculares y mariscos fresquísimos. Pero, ¿sabías que también es posible comer delicioso sin vaciar la cartera? Esta ciudad no solo enamora por su belleza natural, sino también por su oferta gastronómica accesible, donde con un par de billetes puedes saborear desde unos buenos tacos hasta un platillo de mar que parece sacado de un restaurante de lujo. Comer barato en La Paz no significa sacrificar sabor, al contrario: muchos de estos lugares son joyitas escondidas que los locales frecuentan a diario.

Restaurantes para comer barato La Paz

En esta guía te vamos a llevar por seis restaurantes donde puedes comer rico, quedar satisfecho y aún tener cambio para el postre. Ya sea que estés de paso como turista o vivas aquí y quieras descubrir nuevas opciones, estos spots combinan precio justo con sazón casero y ambiente relajado. Prepárate para conocer los rinconcitos que te harán decir: “¡cómo no había venido antes!”

1. Casa 1880 Bistro

5/5

Ubicado en la emblemática colonia Centro de La Paz, Casa 1880 Bistro es uno de esos lugares que combinan historia, buena comida y precios accesibles en un solo paquete. El restaurante se encuentra dentro de una casona restaurada que data del siglo XIX, lo que le da un encanto especial desde el primer momento en que cruzas la puerta. Entre sus muros de ladrillo, lámparas colgantes y mobiliario de época, este spot es ideal para quienes buscan un lugar con alma para comer sin gastar una fortuna.

Este restaurante es perfecto para una cena tranquila, ya sea una cita romántica, una velada con amigos o simplemente una noche para consentirte. El menú está lleno de sorpresas bien logradas: pastas, cortes suaves, ensaladas frescas y mariscos que te hacen volver. Destaca su risotto con hongos y parmesano, así como su short rib cocido por horas y servido con un toque de mole. Además, el servicio es amable, atento y sin pretensiones, algo que se agradece en un sitio de este nivel.

Lo más atractivo de Casa 1880 es que, a pesar de su apariencia sofisticada y su cocina cuidada, el lugar mantiene un rango de precio de 200 a 500 pesos mexicanos por persona, lo cual lo coloca como una de las mejores opciones para comer barato sin resignar calidad. Aquí puedes darte un lujo gastronómico sin tener que pensarlo dos veces. Sus porciones son generosas y el sabor, siempre al punto.

Vale la pena saber que no admite mascotas, lo cual puede ser una ventaja si buscas un espacio más tranquilo y sin distracciones. Casa 1880 Bistro no solo te alimenta el estómago, también te regala una experiencia completa que mezcla tradición y sabor con precios justos. Ideal para quienes saben que comer rico y sin gastar mucho sí es posible en La Paz.

2. Monshi Sushi

5/5

En la tranquila colonia Pueblo Nuevo, se encuentra Monshi Sushi, un restaurante que ha conquistado a los amantes del sushi con su propuesta fresca, sabrosa y, sobre todo, accesible. Desde que llegas, el ambiente relajado y la atención amable hacen que te sientas bienvenido, como si llegaras a comer a casa de un amigo que sabe preparar buen sushi. Con un menú amplio y opciones para todos los gustos, este lugar es una joya para quienes buscan comer rico sin gastar de más.

Ideal para una comida casual con amigos o incluso para un almuerzo rápido entre semana, Monshi ofrece rollos creativos, entradas calientes, bowls y más. Uno de los favoritos del lugar es el rollo “Aguachile”, que combina lo mejor del mar con un toque picante irresistible. También tienen opciones con pollo, carne y hasta rollos empanizados para los que buscan algo más sustancioso. Todo se prepara al momento y con ingredientes de calidad.

El gran atractivo de Monshi Sushi es su rango de precio de 150 a 300 pesos mexicanos por persona, lo cual lo convierte en una opción sólida para comer bien y económico. Las porciones son generosas y muchos de sus combos incluyen bebida, lo que eleva aún más su valor. Es perfecto para quienes quieren darse un gusto sin pensar en la cuenta.

Además, el restaurante admite mascotas, así que si andas con tu lomito o gatito bien portado, aquí son bienvenidos. Monshi Sushi es de esos lugares que puedes visitar una y otra vez sin aburrirte, gracias a su variedad, sabor constante y precios que no te sacan un susto. Un imprescindible si estás buscando dónde comer barato y rico en La Paz.

3. 612 Rooftop

5/5

Si lo tuyo es comer bien, con buena vista y sin romper la alcancía, 612 Rooftop, ubicado en la colonia Esterito, es una parada obligada. Este restaurante en la azotea ofrece una de las mejores panorámicas del malecón de La Paz, ideal para disfrutar de un atardecer mientras te echas algo rico. Lo mejor es que todo esto viene acompañado de precios razonables y un ambiente relajado, perfecto para desconectarte del estrés diario.

Ideal para una cena con amigos o una salida casual en pareja, 612 Rooftop se especializa en cocina internacional con un toque local. En su menú encontrarás desde hamburguesas jugosas y pizzas al horno hasta ceviches y tacos de pescado que no decepcionan. También tienen una selección interesante de cócteles, cervezas artesanales y bebidas refrescantes que van perfecto con la vista y el clima.

A pesar de estar en una ubicación privilegiada y tener ese aire de “lugar de moda”, sus precios se mantienen amigables: el rango de precio va de 200 a 400 pesos mexicanos por persona, lo que lo convierte en una gran opción para comer bien sin gastar de más. Además, suelen tener promociones o eventos con música en vivo, lo que le suma puntos extra a la experiencia.

Un detalle importante es que sí admite mascotas, así que tu peludo también puede acompañarte mientras disfrutas del paisaje y la comida. 612 Rooftop es perfecto para quienes quieren una experiencia completa: buen ambiente, comida sabrosa, atención cálida y un precio que no duele. Ideal para cerrar el día con broche de oro en La Paz sin vaciar la cartera.

4. Casa Rosalinda (Sucursal Centro)

5/5

En plena colonia Centro de La Paz, Casa Rosalinda se presenta como uno de esos lugares que conquistan desde el primer bocado, gracias a su sazón casero y ambiente acogedor. Este restaurante rescata lo mejor de la cocina tradicional mexicana, con ese toque de hogar que tanto se agradece. El lugar es amplio, con decoración rústica y detalles que te hacen sentir en una casa de antaño donde la comida es el corazón de todo.

Perfecto para un desayuno o comida familiar, es ideal para visitar con familias, ya que su menú tiene opciones para chicos y grandes. Aquí encontrarás desde enchiladas, chilaquiles y machaca, hasta platillos más completos como milanesas, arrachera y pozole. Todo viene servido con porciones generosas y ese sabor que solo logran los lugares que cocinan con cariño.

Lo mejor es que Casa Rosalinda se mantiene firme en su compromiso de ofrecer precios accesibles. El rango de precio por persona va de 120 a 250 pesos mexicanos, lo que lo convierte en una excelente opción para comer sabroso sin preocuparse por la cuenta. Además, siempre tienen aguas frescas y tortillas recién hechas que acompañan perfectamente cualquier elección del menú.

El restaurante no admite mascotas, por lo que es un espacio ideal para quienes buscan un ambiente más tranquilo, sin distracciones. Casa Rosalinda es uno de esos lugares que terminan en la lista de favoritos de los paceños: comida rica, ambiente familiar y precios que permiten repetir la visita más de una vez por semana. Un imperdible para comer bien, bonito y barato en el corazón de la ciudad.

5. Biznaga Baja Bistró

5/5

En la vibrante colonia Centro de La Paz, Biznaga Baja Bistró es un rincón que combina creatividad, ingredientes locales y precios justos. Este pequeño pero encantador restaurante es perfecto para quienes disfrutan de sabores distintos sin pagar de más. El ambiente es relajado, con una decoración que mezcla lo moderno con lo rústico, y una atención cercana que hace que siempre quieras volver.

Ideal para una comida relajada entre parejas o amigos curiosos por lo diferente, su menú cambia constantemente según la temporada, lo que garantiza ingredientes frescos y platillos únicos. Puedes encontrar desde tostadas de atún sellado y hamburguesas de res con aderezos caseros, hasta opciones vegetarianas como tacos de portobello o ensaladas con productos de la región. Todo preparado con una presentación impecable y un sazón que sorprende.

A pesar de su enfoque creativo, los precios son muy accesibles: el rango de precio va de 150 a 350 pesos mexicanos por persona, lo que lo coloca como una excelente opción para quienes buscan algo diferente sin gastar demasiado. Además, muchos platillos pueden compartirse, lo cual es ideal si vas en grupo y quieren probar de todo un poco.

Biznaga Baja Bistró admite mascotas, así que no tienes que dejar a tu lomito en casa para disfrutar de una buena comida. Es uno de esos lugares donde se nota la pasión por lo que hacen, desde la cocina hasta el servicio. Perfecto para quienes buscan comer barato, rico y con un toque original en el centro de La Paz.

6. Restaurante Mariscos El Paraje

5/5

En la tradicional colonia Pueblo Nuevo de La Paz, Mariscos El Paraje se ha ganado el corazón (y el estómago) de locales y visitantes por igual. Este restaurante es todo lo que uno espera de un buen lugar de mariscos: ambiente relajado, servicio rápido y porciones abundantes. Nada de pretensiones, solo comida bien hecha, con sabor a costa y precios que se sienten justos desde el primer vistazo al menú.

Perfecto para una comida en plan familiar, este lugar es ideal para quienes buscan una experiencia sin complicaciones, pero con mucho sabor. En su carta encontrarás desde los clásicos como cocteles de camarón, ceviche de pescado y tacos de marlín, hasta opciones más completas como filetes al mojo de ajo, empanizados y sopas de mariscos que te reconfortan el alma. Las tostadas siempre crujientes y las salsas picositas que sirven en la mesa le dan ese toque de fondita costeña que tanto se disfruta.

El punto más fuerte de El Paraje es su excelente relación calidad-precio. Con un rango de precio que va de 120 a 250 pesos mexicanos por persona, puedes comer fresco, sabroso y abundante sin preocuparte por la cartera. Además, muchos platillos pueden compartirse si vas en grupo, lo que hace aún más rendidora la experiencia. Es ideal para quienes quieren saborear el mar sin tener que ir a un restaurante caro de playa.

Es importante mencionar que no admite mascotas, por lo que es un espacio pensado para una comida en familia tranquila y sin distracciones. Mariscos El Paraje es ese tipo de lugar que recomiendas con confianza porque sabes que no falla: sabor casero, mariscos bien servidos y una atmósfera relajada que invita a volver. Comer barato y sabroso en La Paz sí es posible, y este restaurante lo demuestra todos los días.

Comer bien y barato sí se puede

La Paz no solo se disfruta con la vista, también se saborea en cada esquina. Estos seis restaurantes demuestran que comer barato no significa resignarte a lo básico: al contrario, cada uno ofrece sabor, calidad y experiencias distintas que te dejan con ganas de volver. Desde mariscos frescos hasta cocina creativa y antojitos con historia, hay opciones para todos los gustos y presupuestos. Si estás de paso o ya vives aquí, date la oportunidad de probar alguno de estos lugares y descubrir que el verdadero lujo está en lo bien servido.

Y si te quedaste con antojo, no te preocupes: en el blog de Reservándonos tenemos más recomendaciones que harán feliz a tu paladar sin afectar tu cartera. Sigue leyendo para conocer los mejores lugares para desayunar, cenar con amigos o simplemente echarte un antojo a mitad del día. Comer barato en La Paz nunca fue tan sabroso.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

6 restaurantes para comer barato en Puebla
Reservándonos

6 restaurantes para comer barato en Puebla

Por: Natalia Melina Mugas
7 restaurantes para comer barato en Jalisco
Reservándonos

7 restaurantes para comer barato en Jalisco

Por: Natalia Melina Mugas