6 mejores restaurantes para Viernes Santo en Baja California
Cuando se trata de disfrutar de una experiencia culinaria que combine tradición, sabor y un toque especial de Baja California, el Viernes Santo se convierte en la excusa perfecta para explorar los rincones más deliciosos del estado. Este día, cargado de simbolismo y costumbres, invita a muchos a dejar de lado las carnes rojas y optar por platillos del mar, opciones vegetarianas o propuestas gastronómicas que respetan la fecha sin perder el sabor. Y si hay algo que Baja sabe hacer bien, es consentir a sus comensales con cocina de autor, ingredientes fresquísimos y paisajes que acompañan cada bocado.

Desde restaurantes frente al mar con vista al atardecer en Ensenada, hasta joyitas escondidas entre las calles de Tijuana y los viñedos del Valle de Guadalupe, Baja California tiene propuestas que te van a dejar con ganas de regresar antes de que termine la Semana Santa. Ya sea que busques algo más casual, una experiencia gourmet o simplemente un buen lugar para compartir en familia, en esta lista encontrarás opciones que no solo respetan la tradición del Viernes Santo, sino que además celebran la riqueza gastronómica del estado. ¿Listo para descubrir estos imperdibles?
1. Restaurante Naga Omakase Tijuana
Ubicado en la elegante colonia Libertad, Restaurante Naga Omakase es uno de los lugares más sofisticados para disfrutar de la cocina japonesa en Tijuana. Este concepto se basa en la tradición omakase, donde el chef decide qué servir en función de los ingredientes más frescos del día, sorprendiendo al comensal con cada platillo. En fechas como el Viernes Santo, esta propuesta toma aún más relevancia, ya que se enfoca en productos del mar, como atún, salmón, pulpo y mariscos, presentados con una delicadeza y técnica excepcionales. Aquí, la tradición y la alta cocina se encuentran en una experiencia que va más allá de lo gastronómico.
El espacio es íntimo y cuidadosamente diseñado, ideal para una cena especial. Desde que cruzas la puerta, el ambiente te envuelve en una atmósfera tranquila, minimalista y refinada, donde cada detalle está pensado para maximizar tu experiencia. Ver al chef preparar cada plato frente a ti mientras explica el origen y la inspiración detrás de cada ingrediente es parte del encanto. Durante el Viernes Santo, puedes esperar una serie de tiempos donde el protagonista absoluto es el pescado en todas sus formas: crudo, marinado, sellado, acompañado de arroz perfectamente cocido y vegetales sutiles.
Este lugar es perfecto para parejas que buscan una velada íntima, elegante y con un enfoque muy especial en la calidad. El trato personalizado, la exclusividad del menú y la atención meticulosa a los detalles hacen de este restaurante una elección segura para quienes desean vivir algo distinto en una fecha tan significativa. Si buscas algo fuera de lo común, este espacio ofrece una experiencia memorable.
El rango de precio por persona es de aproximadamente $1,000 a $1,300 pesos mexicanos, reflejando la calidad de los ingredientes y el nivel de personalización del servicio. Esta experiencia exclusiva, sin distracciones externas, se complementa con el hecho de que el restaurante no admite mascotas, preservando así su ambiente de calma y concentración en la comida. En este lugar, cada bocado cuenta una historia, y el Viernes Santo se convierte en el momento ideal para dejarte sorprender por la magia del omakase.







2. Corazá Restaurante Ensenada
Ubicado en el corazón del Valle de Guadalupe, Corazá Restaurante se encuentra en la colonia San Antonio de las Minas, una zona vinícola por excelencia que complementa a la perfección su cocina de autor. Este restaurante destaca por su enfoque en ingredientes frescos, de temporada y una carta creativa donde los mariscos tienen un papel protagónico, ideales para quienes siguen las tradiciones del Viernes Santo. Aquí, cada platillo celebra los sabores del Pacífico con un toque moderno y perfectamente equilibrado.
Es el lugar perfecto para una comida relajada y sofisticada. Rodeado de viñedos, con una terraza al aire libre bajo un majestuoso eucalipto centenario, el ambiente es cálido y elegante al mismo tiempo. El jazz de fondo, la atención personalizada y la belleza del paisaje lo convierten en el spot ideal para una comida memorable. Durante el Viernes Santo, destacan opciones como la tostada de callo, el pulpo Corazá a las brasas o el tartar de jurel, todos preparados con creatividad y un profundo respeto por el producto.
Ideal para familias, este espacio ofrece tanto comodidad como amplitud, permitiendo que niños y adultos disfruten en un entorno natural y seguro. También es una gran opción para escapadas con amigos o citas en pareja, gracias a la versatilidad de su menú y atmósfera relajada. El servicio es atento y está bien entrenado para guiarte entre sus especialidades y maridajes recomendados con vinos locales.
El rango de precio por persona es de aproximadamente $450 a $700 pesos mexicanos, ofreciendo una experiencia de alta cocina sin romper el presupuesto. Además, el restaurante admite mascotas, así que tu lomito también puede ser parte de esta experiencia gastronómica en el Valle. Corazá es una joya escondida que combina lo mejor del vino, la comida y la buena vibra en un solo lugar.







3. Mitos Mezcalería y Restaurante Ensenada
En una de las zonas más vibrantes de la ciudad, Mitos Mezcalería y Restaurante se ubica sobre Boulevard Costero No. 263, justo donde la esencia de Ensenada cobra vida con mar, música y mezcal. Este restaurante es ideal para celebrar el Viernes Santo con un enfoque relajado pero sabroso, gracias a su menú donde el mar es el protagonista. Desde ostiones capeados hasta esquites con camarón y pulpo, cada platillo honra la cocina mexicana con un twist moderno y marino.
Este espacio es perfecto para una cena casual entre tragos, botanas y buen ambiente. Su terraza con vista a la calle Primera se convierte en el escenario ideal para ver caer la tarde mientras disfrutas de una buena conversación. Durante esta fecha especial, es común encontrar platillos sin carne roja que no sacrifican el sabor, como los tacos de chicharrón de pulpo o las hamburguesas de mariscos, todos con ese toque casero que hace sentir el corazón de la cocina mexicana.
Es un lugar ideal para amigos, ya que su vibra fiestera y su barra de mixología lo convierten en un punto de encuentro perfecto. Aquí puedes arrancar con una cata de mezcales y cerrar la noche con música en vivo. Si lo tuyo es pasarla bien, reírte y compartir comida al centro, este es tu lugar para un Viernes Santo con sabor y alma. Sin lugar a dudas, compartirás un momento especial con tus seres queridos.
El rango de precio por persona va de $100 a $400 pesos mexicanos, haciéndolo una opción muy accesible sin sacrificar calidad ni ambiente. Además, admite mascotas, así que puedes traer a tu lomito y disfrutar juntos de una noche relajada en la terraza. Mitos es de esos lugares que se sienten como casa, pero con sazón de fiesta. Es el lugar indicado para tus reuniones memorables.







4. Mariscos Mar Rojo Playas de Rosarito
En una de las zonas más visitadas de la costa bajacaliforniana, Mariscos Mar Rojo se encuentra en la colonia Playas de Rosarito, sobre la calle José Haroz y Esmirna. Este restaurante se ha ganado su lugar entre los favoritos de locales y turistas gracias a su propuesta auténtica de mariscos frescos, preparados con sazón casero y servidos en un ambiente relajado. En fechas como el Viernes Santo, se vuelve el punto ideal para disfrutar de pescados y mariscos sin preocuparte por romper la tradición.
Perfecto para una comida familiar, Mariscos Mar Rojo ofrece un menú que va desde cocteles de camarón y ceviches hasta especialidades calientes como pulpo al ajillo y tacos de marlín. Además, cuentan con barra fría, opciones para niños y un ambiente informal que hace sentir a todos bienvenidos. Para quienes celebran el Viernes Santo, es una opción sin complicaciones y con mucho sabor del mar, ideal para saciar el antojo sin salirte del presupuesto.
Este espacio es ideal para familias, aunque también es excelente para ir con amigos a echar una botanita y disfrutar de una cerveza bien fría mientras suena la música en vivo. El ambiente es cálido, con atención rápida y porciones generosas. Ya sea que estés de paso por Rosarito o vivas en la zona, es una parada obligada si quieres comer rico, rápido y sin pretensiones.
El rango de precio por persona va de $100 a $350 pesos mexicanos, lo que lo convierte en una de las mejores opciones calidad-precio de la región. Además, el restaurante admite mascotas, así que puedes llevar a tu lomito y compartir juntos esta experiencia a la orilla del mar. Mariscos Mar Rojo es de esos lugares que siempre se disfrutan, pero en Viernes Santo, saben aún mejor.






5. Restaurante Sr. Naga Tijuana
Ubicado en la colonia Libertad, Restaurante Sr. Naga es un espacio cálido y acogedor que ofrece una experiencia gastronómica pensada para toda la familia. Su propuesta combina un ambiente relajado con un menú variado que se adapta perfectamente a fechas especiales como el Viernes Santo, ofreciendo opciones frescas del mar, ideales para quienes buscan evitar carnes rojas sin sacrificar el sabor.
Este restaurante es ideal para una comida tranquila durante el día o incluso una cena ligera por la tarde. Con horarios amplios y una atmósfera familiar, es el tipo de lugar donde puedes pasar un buen rato sin prisas. Su carta incluye desde platillos tradicionales hasta creaciones contemporáneas, siempre con ingredientes frescos y bien sazonados, perfectos para compartir.
Ideal para familias, el restaurante cuenta con espacios cómodos, pantallas de entretenimiento y música ambiental que lo hacen muy ameno para todos. Además, es una excelente opción para ir con amigos y disfrutar una tarde de buena comida en un ambiente casual. La atención es cercana y amable, haciendo sentir a todos como en casa desde la primera visita.
El rango de precio por persona es de aproximadamente $300 a $500 pesos mexicanos, lo que lo posiciona como una opción accesible y de calidad en la zona. El restaurante no admite mascotas, por lo que si buscas un ambiente tranquilo y controlado, es una ventaja. En fechas como el Viernes Santo, Sr. Naga es una gran alternativa para comer delicioso, respetar la tradición y disfrutar de un rato en familia en uno de los puntos más acogedores de Tijuana.







6. Restaurante Marea Mía Rosarito
Ubicado en el centro de Rosarito, específicamente sobre el Blvd. Benito Juárez #41 en la colonia Rosarito Centro, Restaurante Marea Mía es uno de esos lugares que combinan a la perfección un buen ambiente, excelente comida y atención personalizada. En fechas como el Viernes Santo, este restaurante destaca por su variedad de platillos del mar, ideales para quienes buscan una alternativa deliciosa y respetuosa con las tradiciones de la temporada.
Este restaurante es ideal para una comida frente al mar o incluso una cena ligera acompañada de una margarita de mango. Su terraza al aire libre permite disfrutar de la brisa costera mientras llegan los platos, como el pescado zarandeado, el pulpo al grill o el aguachile tropical. Todo el menú está diseñado para compartir, así que es perfecto para quienes buscan una experiencia sabrosa y relajada.
Ideal para amigos y familias, Marea Mía también es un gran spot para cenas románticas o incluso almuerzos de negocios. Su ambiente versátil lo hace apto para cualquier ocasión: desde música en vivo los fines de semana hasta zonas tranquilas para platicar largo y tendido. Además, tienen menú infantil y bebidas que van desde las clásicas micheladas hasta mezcalitas de guayaba.
El rango de precio por persona oscila entre $150 y $300 pesos mexicanos, lo que lo convierte en una opción accesible y con gran relación calidad-precio. Y si no quieres dejar a tu mejor amigo peludo en casa, no te preocupes: Marea Mía admite mascotas, así que puedes llevar a tu lomito a disfrutar contigo de esta experiencia a la orilla del mar. Un lugar perfecto para hacer del Viernes Santo un día especial, lleno de sabor y buena vibra.







No solo se trata de comer, ¡es una experiencia!
En Baja California, el Viernes Santo se vive con sabor a mar, respeto a la tradición y una buena dosis de creatividad culinaria. Desde restaurantes de alta gama donde el pescado se convierte en arte, hasta joyitas escondidas frente al mar que sirven mariscos frescos con sazón de hogar, este estado ofrece algo para todos los gustos. Lo mejor es que no necesitas sacrificar sabor ni experiencias para seguir la costumbre: al contrario, esta temporada es perfecta para descubrir nuevos lugares que apuestan por ingredientes frescos y propuestas distintas.
Si ya te antojó uno (o varios) de estos spots, prepárate, porque esto apenas es el comienzo. En nuestro blog tenemos muchas más recomendaciones pensadas para cada antojo, cada ocasión y cada rincón de México. Desde desayunos con vista al mar hasta rooftops para ver el atardecer, aquí encuentras los mejores lugares para vivir experiencias inolvidables. Así que guarda esta guía, compártela con quien sabes que ama comer bien y sigue explorando con nosotros. ¿Cuál será tu próxima parada?