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Los 5 mejores restaurantes para cenar en Centro Histórico CDMX

El Centro Histórico de la CDMX es de esos lugares que siempre sorprenden, incluso si ya lo conoces de memoria. De día es un festín de cultura, historia y caos encantador, pero de noche… de noche se transforma. Las calles adoquinadas se llenan de luces, las fachadas coloniales cobran otra vida y el ambiente se vuelve más íntimo, más sabroso. No importa si vas en plan romántico, con amigos o simplemente a darte un gusto, cenar aquí siempre tiene ese toque especial que solo el corazón de la ciudad puede ofrecer. Hay algo mágico en perderse entre sus calles y terminar la noche con una buena cena que lo cierre todo con broche de oro.

Mejores restaurantes para cenar Centro histórico CDMX

Si ya te andas preguntando dónde vale la pena sentarse a la mesa cuando cae el sol, este texto es para ti. Te armamos una selección con los 5 mejores restaurantes para cenar en el Centro Histórico, lugares que no solo sirven comida deliciosa, sino que ofrecen toda una experiencia. Desde terrazas con vistas espectaculares hasta rincones escondidos con mucho encanto, aquí encuentras lo mejor de la gastronomía en una de las zonas más vibrantes de la CDMX.

 

1. Templo Mezcalería Centro

5/5

Templo Mezcalería Centro es uno de esos rincones que le dan carácter al Centro Histórico. Desde que entras, se siente ese ambiente cálido con olor a leña y mezcal, con una decoración que mezcla lo rústico y lo contemporáneo. Es el tipo de lugar que te invita a quedarte más de lo planeado, especialmente cuando cae la noche. Aquí, la cena se convierte en ritual: mezcalito en mano, luces tenues, y platillos que honran ingredientes como el maíz, el chile y los insectos comestibles. No es solo un restaurante, es una experiencia que despierta el orgullo por lo que sabe a México. Cada detalle está pensado para que la velada se sienta auténtica y memorable. Si buscas algo diferente y con alma, aquí lo encuentras.

Este restaurante es ideal para amigos, por su ambiente relajado, su barra llena de etiquetas nacionales y su menú que invita a compartir. Las noches aquí se viven a otro ritmo: entre risas, buenos tragos y música que suena justo al volumen ideal. Las mesas largas permiten que los grupos se acomoden con soltura, y si vienes en pareja también hay espacios íntimos. Lo mejor es que no necesitas pretextos para brindar, cada visita es excusa suficiente. Es el tipo de lugar que te hace sentir en casa, pero con ese toque bohemio que solo el Centro puede ofrecer. Si tienes ganas de cenar rico, beber bien y platicar sin prisas, es una opción infalible. Perfecto para desconectar del ajetreo diario y reconectar con los tuyos.

El menú está pensado para los que se atreven a probar sabores distintos, y eso se agradece. Chapulines, tuétano, tlayudas, ceviches con ingredientes poco comunes, todo está bien ejecutado y con presentación cuidada. El rango de precio es de 300 a 500 pesos mexicanos por persona, que bien lo valen por la calidad y creatividad que ofrecen. Además, los tragos no se quedan atrás: cocteles con mezcal, pox o sotol, todos con ese giro mexicano que sorprende. Aquí, la cena no es solo para llenar el estómago, es para platicarla, disfrutarla y recordarla. Vale la pena venir con antojo y sin prisa. Ideal para quienes buscan algo más que lo típico sin romper el bolsillo.

Otro gran punto a favor es que admite mascotas, así que si no quieres dejar a tu perro en casa, este lugar te recibe con los brazos abiertos. Tienen zonas al aire libre donde puedes cenar tranquilamente acompañado de tu lomito. Es un plus enorme si tomamos en cuenta que no muchos lugares pet-friendly ofrecen también buena comida y gran ambiente. Aquí no tienes que sacrificar una cosa por otra. Puedes disfrutar de una cena deliciosa sin preocuparte por dejar fuera a tu mejor amigo. En resumen, Templo Mezcalería Centro lo tiene todo: sabor, ambiente, precio justo y apertura total. Un imperdible del Centro para las noches que merecen ser bien vividas.

2. Sonora Prime Centro Histórico

5/5

Este restaurante ubicado en la planta baja del Hilton, justo frente a Alameda Central y Bellas Artes, es una joya para cenar en el Centro Histórico. Con un ambiente casual elegante, sus espacios son amplios, bien iluminados y con vista urbana que dan ese aire especial para una noche memorable. La decoración, moderna y sobria, se mezcla con detalles cálidos que crean un entorno acogedor. Ideal para dejarse llevar por una velada que combina estilo con encanto citadino, sin pretensiones excesivas. Desde que te sientas, sabes que te espera una experiencia pensada para el gusto y el paladar. Todo está dispuesto para una cena sin contratiempos y llena de sabor premium.

Es ideal para familias, ya que incluye un menú kids de cortesía y actividades recreativas para los pequeños. Tener la opción de que los niños coman lo suyo mientras se divierten con carritos didácticos es un plus que facilita la convivencia. Las mesas son espaciosas, perfectas para acomodar a todos sin apretujones, y el personal está preparado para atender a grupos de todas las edades. Si buscas salir a cenar con los más chicos sin sacrificar ambiente ni calidad, este lugar cumple perfectamente. Además, el entorno del hotel aporta seguridad y comodidad, ideal para quienes prefieren ese extra de tranquilidad.

El rango de precio es más de 500 pesos mexicanos por persona, un monto que garantiza cortes premium como New York, Rib Eye, Porterhouse, Tomahawk y hasta Kobe. Cada carne llega a la mesa en su punto, jugosa y con un marmoleo que destaca su calidad. Además, ofrecen mixología de autor y vinos de la casa como Malbec, Rosé Malbec o Chardonnay que armonizan muy bien con la experiencia carnívora. Además, hay entradas deliciosas como carpaccio de aguacate, aguachile o queso fundido con trompo, lo que convierte a la cena en una experiencia completa y variada.

El restaurante admite mascotas, una gran ventaja para quienes no quieren dejar a su lomito en casa. La zona exterior permite cenar tranquilamente acompañado, sin que tu amigo de cuatro patas esté fuera de la experiencia. En una zona céntrica con tanto movimiento, encontrar un lugar pet friendly con tanta calidad no es común. Así que si piensas cenar con compañía peluda y sabrosa carne, Sonora Prime es una opción ideal. Ambiente impecable, cortes de primera y apertura total para toda la familia, incluyendo a los consentidos de cuatro patas.

3. Fishers Centro

5/5

Fishers Centro es un restaurante genial para cenar en el corazón del Centro Histórico. Desde su decoración náutica con madera clara, redes y luz cálida, hasta la brisa suave que se cuela en su terraza, aquí el ambiente te transporta directo al mar. Es perfecto para una velada relajada, con música ligera y la comodidad de un espacio bien distribuido. Al caer la noche, las luces tensadas hacen que cada mesa se sienta especial, ideal para disfrutar una cena distintiva sin alejarse del bullicio tradicional del centro.

Este lugar es ideal para parejas, por su atmósfera íntima y la sensación de escapar del mundanal ruido sin salir del centro. Las mesas para dos están ubicadas estratégicamente para garantizar privacidad y una vista agradable hacia la calle peatonal. Desde la sobremesa, la charla fluye tranquila y sin distracciones, mientras se disfruta de cocteles marinos y una atención puntual. Fishers Centro ofrece un espacio que equilibra lo casual con un toque refinado, ideal para celebrar momentos especiales o revivir un día cualquiera con un gusto memorable.

El rango de precio es de 350 a 600 pesos mexicanos por persona, el cual cubre una cena completa con entrada, plato fuerte y bebida. La carta sorprende con platillos como ostiones gratinados, aguachiles frescos y filetes de pescado al sartén, todos con guarniciones inspiradas en sabores mexicanos. Cada bocado muestra frescura y buena técnica, ideal para paladares que buscan calidad sin dejar de sentirse en casa. La presentación es impecable y el sabor, un equilibrio entre mar y tierra muy bien logrado.

Lamentablemente, este restaurante no admite mascotas, por lo que si vienes con tu perro tendrás que planear otra opción. Aun así, Fishers Centro compensa con su ambiente bien pensado, personal atento y esa vibra marina que se extraña en la ciudad. Si buscas cenar con estilo, sin demasiada formalidad, y deleitarte con mariscos frescos y bien preparados, este es el lugar. Una opción excelente para quienes valoran la frescura, el diseño y una cena que sepa a ocaso en la costa.

4. Estudio Mezcal CDMX

5/5

Estudio Mezcal CDMX se encuentra en pleno Centro Histórico y brinda una experiencia especial para cenar con sazón contemporánea y raíces mexicanas. El espacio combina herencia artesanal con toques modernos: mesas de madera robusta, iluminación cálida y una vibra íntima que abraza desde que cruzas la puerta. Aquí cada platillo y coctel está diseñado para que disfrutes la noche con calma, en un entorno que mezcla tradición y vanguardia culinaria. No es un lugar apresurado, sino un sitio para saborear cada trago, cada sabor y cada conversación. La puesta en escena de los mezcales artesanales acompaña esa idea de cena para disfrutar sin prisa y con buena compañía.

Este restaurante es ideal para parejas, que busquen una experiencia gastronómica diferente y rica en detalles. Las mesas están dispuestas para ofrecer privacidad sin ser recargadas, lo que permite una conversación fluida mientras descubren sabores emergentes. Además, la música ambiente —no invasiva, pero sí presente— ayuda a romper el hielo y a crear un aire de complicidad. Si buscas una cena distinta, con un aura bohemia y un trato cercano, aquí lo encuentras. Es el tipo de lugar que convierte una salida casual en una noche memorable.

El rango de precio es de 250 a 450 pesos mexicanos por persona, un balance entre calidad y asequibilidad dado el concepto especializado. Incluye platillos como tacos gourmet, tostadas creativas y tablas para compartir, siempre acompañados de una selección de mezcales premium y cocteles de firma. Aquí podrás explorar perfiles ahumados, herbales o cítricos sin dejar de sorprender el paladar. La experiencia está pensada para que cada peso invertido se refleje en sabor, presentación y atención. Una cena aquí se siente cuidadosamente diseñada, desde el primer bocado hasta el último sorbo.

Este lugar no admite mascotas, lo que garantiza un ambiente más íntimo y libre de distracciones externas. Si vienes acompañado de tu pareja o un amigo, disfrutarán de un entorno pensado para una velada reposada. La premisa aquí es que cada noche sea una historia, sin interrupciones ni prisas. Aunque no puedas llevar a tu lomito, tendrás todo lo necesario para una velada perfecta: ambiente, sabor y atención de primer nivel. Por eso Estudio Mezcal CDMX se posiciona como una gran opción para quienes buscan una cena con estilo y autenticidad en el Centro Histórico.

5. Restaurante Centro Castellano

5/5

Restaurante Centro Castellano está ubicado en la vibrante colonia Centro Histórico y es el escenario perfecto para cenar con un ambiente elegante y auténtico. Al entrar, te recibe un espacio que mezcla la calidez española con toques modernos, gracias a su iluminación suave y decoración con fotografías de la vieja Madrid. El contraste entre la madera tradicional y los detalles contemporáneos crea una atmósfera acogedora, ideal para desconectarte del bullicio urbano. Cada cena aquí se siente como un viaje gastronómico que combina historia, sabor y buen gusto. Sin prisa, con una copa de vino y una charla tranquila.

Este restaurante es ideal para parejas, que buscan una velada romántica con un aire sofisticado. Las mesas están dispuestas para favorecer la intimidad sin aislar totalmente, lo que permite sentir la energía del lugar sin perder ese toque personal. Dos copas de vino y unas tapas bien seleccionadas son suficientes para arrancar la noche con actitud relajada y ganas de volver. La música ambiental envuelve el espacio sin competir con la conversación, creando un ambiente ideal para conectar. Si buscas una cena memorable en buena compañía, este lugar ofrece todo lo necesario.

El rango de precio es de 400 a 650 pesos mexicanos por persona, ideal para una experiencia culinaria completa sin caer en los excesos. Las raciones incluyen entradas como jamón ibérico, croquetas cremosas, tapas de pulpo y calamares, seguidas de platos principales como paella de mariscos o solomillo en salsa. Los vinos, tanto nacionales como españoles, acompañan perfectamente cada plato. En conjunto, la cena es un deleite para los sentidos y un paseo por sabores clásicos. Cada elemento está pensado para brindar una experiencia redonda que cumpla con las expectativas de una cena de nivel.

El restaurante no admite mascotas, lo que mantiene el ambiente sereno y libre de distracciones. Este detalle ayuda a conservar la atmósfera refinada que ofrece el lugar, ideal para quienes buscan una noche tranquila. Si planeas venir con tu pareja o incluso con un pequeño grupo de amigos que compartan el gusto por la buena comida, encontrarás el entorno adecuado. La atención es esmerada y profesional, pensada para que la cena se sienta fluida y placentera. En resumen, Restaurante Centro Castellano Centro es una gran opción para una cena de disfrute sin complicaciones en el corazón de la ciudad.

Tu próxima cena está más cerca de lo que crees

Cenar en el Centro Histórico de la CDMX es mucho más que sentarse a la mesa: es sumarse a la historia viva de la ciudad, con cada platillo como testigo de su diversidad y energía inagotable. Ya sea que busques una experiencia gourmet, una noche relajada entre amigos o una cita romántica bajo luces tenues, aquí hay algo para todos. Estos cinco restaurantes no solo destacan por su cocina, también por crear atmósferas que hacen que la noche se sienta especial. En cada uno, la cena se convierte en una experiencia que va más allá del paladar, es un paseo entre aromas, texturas y momentos inolvidables.

Y si te quedaste con antojo de seguir explorando, el blog de Reservándonos está lleno de recomendaciones para cada rincón de la ciudad. Desde terrazas escondidas hasta lugares ideales para desayunar después de una noche larga, aquí te guiamos para que cada comida sea algo digno de recordar. Porque si algo tiene esta ciudad, es que siempre guarda una mesa más que vale la pena descubrir. ¿Ya sabes a dónde vas a ir esta semana?

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