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5 restaurantes para comer barato en Tuxtla

Si andas en Tuxtla y tu estómago ya empezó a rugir, pero tu cartera anda flaca, no te preocupes: esta ciudad chiapaneca está llena de joyitas gastronómicas donde se come rico, local y, sobre todo, barato. Aquí no se trata de sacrificar sabor por precio, al contrario: en cada esquina puedes encontrar desde antojitos tradicionales hasta platillos completos que te hacen sentir en casa… y todo sin gastar más de lo necesario. Comer bien sin vaciar la quincena sí es posible, y en Tuxtla lo vas a comprobar. Entre aromas de comal, tortillas recién hechas y guisos que se cuecen lento, hay un mundo por descubrir para quienes saben que comer rico no es cuestión de presupuesto, sino de saber buscarle.

Restaurantes para comer barato Tuxtla

En este listado te vamos a compartir cinco lugares que tienen ese toque auténtico que tanto buscamos cuando queremos algo sabroso, rápido y que no nos deje con la cuenta temblando. Son restaurantes que los locales aman, que se llenan a la hora de la comida y que tienen ese sazón que solo se consigue con tradición. No esperes manteles largos ni menús en francés, aquí lo que brilla es el sabor y la calidez del servicio. Así que ya sea que andes de paso o vivas aquí, guarda este top en tus favoritos porque seguro vas a querer volver una y otra vez.

1. Reina Roja

5/5

Ubicado en la colonia Plaza Wompanä, Reina Roja es un restaurante que te atrapa desde que cruzas la puerta. Inspirado en la figura mítica de la Reina Roja de Palenque, este lugar mezcla historia, diseño y sazón en una atmósfera cálida, ideal para escapar del ruido de la ciudad sin irte tan lejos. Su decoración juega con elementos prehispánicos, colores tierra, iluminación tenue y un estilo contemporáneo que te hace sentir en un sitio fuera de lo común, pero sin pretensiones.

Es ideal para una cena, sobre todo si quieres impresionar sin romper el cochinito. El ambiente relajado y elegante lo convierte en el espacio perfecto para parejas que buscan una velada romántica o amigos que disfrutan de la buena comida y una charla larga. La música en vivo, que va del jazz al lounge, crea una vibra muy especial, perfecta para desconectarse del día a día. Además, cuentan con áreas privadas y una terraza con vista privilegiada al boulevard principal de Tuxtla, lo que suma puntos extra para pasarla a gusto.

En cuanto al menú, hay opciones para todos los gustos: desde cortes jugosos y pastas bien servidas hasta mariscos preparados con ese twist que los hace únicos. El pulpo al grill y la pasta con camarones son dos joyitas que no fallan, al igual que sus cócteles de autor como el Kukulkán, que combina mezcal, limón y un toque de chile. Todo está pensado para que disfrutes sin prisas, con porciones generosas y una presentación que da gusto ver y probar.

Con un rango de precio de 200 a 800 pesos mexicanos por persona, Reina Roja ofrece una experiencia que se siente de lujo, pero que no se vuelve inalcanzable. Lo mejor: admite mascotas, así que no tienes que dejar a tu lomito en casa mientras tú te das un gustito. En resumen, es una opción redonda para quienes quieren algo diferente, sabroso y sin excesos.

2. Piedra 44

5/5

Ubicado en la colonia Jardines de Tuxtla, dentro de la moderna Plaza Vitta, Piedra 44 es un restaurante que sorprende desde el primer vistazo. Su ubicación en el segundo piso ofrece una vista elevada de la ciudad que lo convierte en un lugar perfecto para una experiencia más relajada, sin perder el toque elegante. El espacio mezcla madera, vegetación decorativa y una iluminación acogedora que, en conjunto, generan una atmósfera cálida pero sofisticada.

Este lugar es ideal para una comida, especialmente si vas en plan de relajarte un rato largo con buena compañía. Ya sea con familias que quieren disfrutar de una buena charla o amigos que buscan algo sabroso antes de seguir con su día, aquí todos encuentran algo que los deja contentos. Además, cuenta con zonas privadas para reuniones más íntimas y un ambiente que se mantiene tranquilo incluso cuando hay mucho movimiento.

En su menú, la parrilla es protagonista. Sus sopes de arrachera, mollejas al grill y la hamburguesa de carne picada se han ganado el corazón de los comensales frecuentes. Pero también hay opciones más ligeras y saludables, como ensaladas frescas y entradas para compartir. Sus bebidas no se quedan atrás: hay desde cócteles con mezcal y ginebra hasta digestivos como el clásico carajillo. La mixología es un punto fuerte del lugar, con sabores intensos y bien equilibrados.

Con un rango de precio de 200 a 1000 pesos mexicanos por persona, Piedra 44 se posiciona como un restaurante accesible para quienes buscan algo especial sin exagerar en el gasto. Eso sí, ten en cuenta que no admite mascotas, así que si andas con tu perrito, este lugar no será opción para esa salida. Aun así, vale muchísimo la pena visitarlo por su combinación de sabor, ambiente y servicio bien cuidado.

3. Antigua Fonda de la Abuela

5/5

Ubicada en la colonia Centro, a unos pasos del corazón de Tuxtla, Antigua Fonda de la Abuela es de esos lugares que huelen a casa. Desde que llegas, te recibe una atmósfera hogareña, con decoración que recuerda a las cocinas antiguas: cazuelas de barro, colores cálidos y detalles que evocan la cocina de las abuelas chiapanecas. Aquí no se trata solo de comer, sino de reconectar con sabores de antaño en un ambiente relajado y lleno de cariño.

Es ideal para una comida en compañía de familias o amigos, especialmente si lo que se busca es disfrutar de platillos tradicionales sin complicaciones. Es común ver mesas largas con varias generaciones compartiendo alimentos, risas y recuerdos. Su ubicación céntrica lo hace perfecto para una pausa después de recorrer el centro o visitar algún sitio emblemático como la catedral o el parque central. Además, su ambiente rústico pero limpio y bien cuidado genera una experiencia cálida sin necesidad de lujos.

El menú es una celebración de la cocina chiapaneca y mexicana. Ofrece desde tamales y empanadas hasta guisos caseros como el mole, el cochito horneado y las enchiladas con crema y queso. También tienen opciones más ligeras y desayunos todo el día, lo cual es perfecto si te antoja un cafecito con pan casero fuera de horario. Todo lo preparan con ingredientes frescos, porciones generosas y ese sazón de casa que tanto se agradece.

Con un rango de precio de 300 a 800 pesos mexicanos por persona, Antigua Fonda de la Abuela ofrece una experiencia completa sin necesidad de romper el presupuesto. Además, el restaurante admite mascotas, lo que suma puntos si te gusta salir a comer en compañía de tu perrhijo. Es un sitio donde la tradición se siente en cada detalle, ideal para quienes quieren comer bien, sabroso y con el corazón contento.

4. Mexican Roll

5/5

Ubicado en la colonia Arboledas, dentro de Plaza 16, Mexican Roll es ese restaurante que rompe con lo tradicional y te sorprende desde el primer bocado. Su concepto fusiona la cocina japonesa con el picante y la creatividad del estilo sinaloense, logrando una propuesta única que ya se ganó un lugar en el corazón de muchos tuxtlecos. El lugar es moderno, colorido y con un ambiente relajado que invita a quedarte más tiempo del que pensabas.

Es ideal para una comida con amigos o familias que disfrutan de probar cosas distintas sin complicarse la vida. Aquí no hay formalidades: llegas, te relajas y comes sabroso. El servicio es rápido, el trato amable y el menú está pensado para compartir, así que puedes pedir varios platillos al centro y armar tu propia experiencia culinaria. Además, tienen promociones frecuentes que lo hacen aún más atractivo para quienes quieren comer bien sin gastar mucho.

El menú es puro sabor con actitud. Sus makis estilo Sinaloa como el “Jefe de Jefes” o el “Guamuchilito” vienen bien servidos, con ingredientes frescos y salsas que levantan cualquier ánimo. También tienen aguachiles, tostadas y ceviches con ese toque picosito que muchos buscan. Y si te gusta acompañar con algo más, sus cócteles tropicales y cervezas bien frías son el complemento ideal. La carta no es enorme, pero todo lo que hay, lo hacen bien.

Con un rango de precio de 75 a 289 pesos mexicanos por persona, Mexican Roll es una de esas joyas accesibles que sorprende por su calidad. Y lo mejor: admite mascotas, así que puedes ir con tu perrhijo sin problema. Es una excelente opción si buscas una comida rica, diferente y con ese sabor que se queda en la memoria (y en el antojo). Ideal para romper la rutina y descubrir nuevos sabores sin vaciar la cartera.

5. Aroma Espresso

5/5

Ubicado en la colonia Guadalupe, sobre la 5a Poniente Norte #140, Aroma Espresso es uno de esos cafés que enamoran desde la primera visita. Su fachada discreta guarda un espacio moderno, acogedor y lleno de detalles que invitan a quedarte más de lo planeado. Con muebles de madera clara, luz natural que entra por grandes ventanales y un aroma delicioso a café recién hecho, este lugar se ha vuelto un favorito para quienes disfrutan de los desayunos largos y las sobremesas sabrosas.

Es ideal para un desayuno o brunch, ya sea con amigos, parejas, o incluso si vas en plan tranqui con tu laptop o un buen libro. El ambiente relajado y el ritmo tranquilo lo hacen perfecto para comenzar el día sin prisas. También es un gran punto de reunión para quienes quieren platicar, trabajar un rato o simplemente desconectarse con una taza de café en mano. Además, admite mascotas, así que tu lomito también puede acompañarte mientras tú disfrutas de algo rico.

El menú es una mezcla bien pensada de clásicos del desayuno y opciones más gourmet. Hay chilaquiles, pan francés con frutos rojos, huevos al horno con salsa de jitomate y queso, y opciones veganas o más ligeras para quienes lo prefieren. Sus cafés de especialidad son otro gran atractivo: puedes pedir desde un espresso bien cargado hasta un latte con leche vegetal, todo preparado con granos de calidad. Y si lo tuyo es lo dulce, el cheesecake y el brownie con helado son imperdibles.

Con un rango de precio de 55 a 265 pesos mexicanos por persona, Aroma Espresso demuestra que se puede comer delicioso, saludable y bien presentado sin gastar de más. Es una gran opción para quienes buscan un desayuno completo o una merienda con mucho estilo, sin perder el enfoque en la calidad y la experiencia. Ideal para comenzar el día con el pie derecho o regalarte un momento rico entre semana.

Tuxtla se come rico y sin gastar mucho

Comer rico en Tuxtla sin dejar la quincena en el intento es más fácil de lo que parece. Estos cinco restaurantes son solo una probadita de lo mucho que ofrece la ciudad en cuanto a sabor, tradición y buena onda. Desde un desayuno tranquilo con café de altura hasta una cena con mixología creativa o un antojito con sazón de hogar, hay opciones para cada momento del día y para todos los bolsillos. Lo mejor: son lugares con personalidad, atendidos por gente que ama lo que hace, y eso se nota en cada bocado. Así que la próxima vez que andes por ahí con hambre y poco presupuesto, ya sabes por dónde empezar.

Y si este recorrido te dejó con ganas de seguir explorando, no te preocupes: en nuestro blog tenemos muchas más recomendaciones para saciar el hambre (y la curiosidad) sin que tu cartera tiemble. Desde los mejores spots para tacos nocturnos hasta lugares escondidos con postres imperdibles, estamos aquí para ayudarte a comer rico y descubrir rincones nuevos en Tuxtla y más allá. No dejes que el presupuesto te limite: el verdadero sabor está en saber buscar, y aquí te damos el mapa.

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